Un pequeño grupo de legisladores republicanos estadounidenses acompañará al presidente Barack Obama en el histórico viaje que hará a Cuba la próxima semana, subrayando las crecientes divisiones en el partido sobre el futuro del embargo comercial de Estados Unidos sobre la isla.
Al menos cinco republicanos, todos ellos conocidos por su posición a favor de normalizar las relaciones comerciales con Cuba, harán el viaje, dijeron a Reuters fuentes del Congreso y legisladores.
Líderes republicanos en el Congreso se oponen a que Obama convierta el alivio del embargo comercial a Cuba en uno de sus legados de política exterior. No obstante, un número cada vez mayor de miembros del partido, atraídos por los beneficios económicos de acabar con un embargo que data de tiempos de la "Guerra Fría", se están alineando en apoyo de la Casa Blanca.
"Esta es la política correcta. Ha hecho lo correcto", dijo el senador republicano Jeff Flake, un abierto defensor de estrechar lazos con Cuba y que viajará a La Habana.
Además de Flake también viajarán correligionarios republicanos como los miembros de la Cámara de Representantes Mark Sanford, Tom Emmer y Reid Ribble, además del senador Mark Heller, señalaron las fuentes. Todos confirmaron su participación, excepto Heller, cuya oficina declinó hacer comentarios.
Al menos 15 de los 54 republicanos en el Senado, en su mayoría procedentes de estados como Kansas, donde la agricultura es una industria importante, han respaldado de forma pública un aumento del comercio con Cuba o menores restricciones a los viajes.
Seguidores de la política de Obama dijeron que son varias decenas los republicanos en la Cámara de Representantes y el Senado que apoyan esta política. Algunos miembros indicaron que quieren esperar primero al resultado de las elecciones antes de hablar públicamente.
El embargo de Estados Unidos sobre Cuba, impuesto en 1960, sólo puede ser levantado con un voto mayoritario en el Congreso, que está controlado ahora por los republicanos.