Alabama se dispone a llevar a cabo este jueves la primera ejecución en la historia de Estados Unidos utilizando gas nitrógeno, para ejecutar a Kenneth Smith, un condenado a muerte por su papel en un asesinato a sueldo en 1988.
Un método de sofocación con máscara que, según expertos, carece de protocolos de seguridad suficientes y podría causar un dolor excesivo.
El doctor Joel Zivot, profesor de la Universidad Emory de Georgia dijo:
"Simplemente no está claro cuánto tiempo le llevará morir".
Y añadió: “Suponiendo que no haya ninguna fuga, suponiendo que todo se lleve a cabo correctamente, hay muchas posibilidades de que tenga una convulsión. Lo sabemos por algunos estudios en animales y humanos. Entonces, si tiene una convulsión, dejará de respirar.”
La Corte Suprema, frente a una apelación de Smith, dio la luz verde final este miércoles a Alabama. Será la segunda vez que el estado intentará ejecutar al condenado después de utilizar en 2022, sin éxito, una inyección letal. ¿La razón? Los verdugos no pudieron encontrar a tiempo una vena adecuada.
El fallo de la corte generó varias protestas en Alabama, mientras Naciones Unidas condenó la ejecución.
Ravina Shamdasani, Vocera de la Oficina de Derechos Humanos de la organización, dijo:
“Tenemos serias preocupaciones de que la ejecución de Smith en estas circunstancias pueda violar la prohibición de la tortura u otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes, así como su derecho a recursos efectivos”.
Por su parte, Alabama ha argumentado que la muerte por hipoxia de nitrógeno, como se la conoce, es indolora, y la pérdida del conocimiento se produce en cuestión de segundos, seguida de un paro cardíaco.
El uso de la pena de muerte en Estados Unidos lleva una década en declive, pero veintiún estados todavía aplican la pena de muerte y sigue siendo legal, pero no se utiliza, en otros seis.