Mantener detenido por casi tres años a Alan Gross en Cuba es el mayor obstáculo para mejorar las relaciones de Estados Unidos con la isla.
Este es el fundamento de una carta firmada por 44 senadores, liderados por el demócrata Ben Cardin de Maryland y el republicao Jerry Moran de Kansas, en la que piden la liberación del empleado estadounidense acusado de violar la soberanía de Cuba.
El documento revelado el martes está firmado por 34 senadores demócratas, nueve republicanos y el independiente Joseph Lieberman.
En la carta los senadores describen el deplorable estado de salud de Gross, quien ha bajado más de 100 libras desde su encarcelamiento y la angustia sicológica que sufre por estar separado de su familia. Tanto la madre de Gross de 90 años como su hija luchan contra el cáncer, mientras esperan ansiosas el regreso a casa, del padre, el hijo y esposo.
“Alan debe ser liberado de inmediato de manera incondicional para que pueda regresar a su hogar a recibir tratamiento médico y apoyar a sus familiares. Las necesidades humanitarias y de salud de Gross son primordiales”, manifestó en un comunicado el senador Cardin.
“Hasta que Gross no sea liberado y regrese a casa, nosotros seguiremos dando a conocer al mundo cómo Cuba está violando los derechos de un ciudadano estadounidense", agregó Cardin.
Alan Gross, de 63 años, trabajaba como contratista para el gobierno estadounidense cuando fue arrestado en 2009 y sentenciado a 15 años de prisión por delitos contra el estado cubano después de ingresar a la isla un equipo de comunicaciones restringido por el gobierno comunista.
“Después de tres años del injusto encarcelamiento de Alan Gross mis colegas y yo tenemos la esperanza que el gobierno cubano tomará acción ante esta petición y ordenará su liberación”, dijo el senador Moran.
El gobierno cubano todavía no se ha pronunciado sobre la carta.
Este es el fundamento de una carta firmada por 44 senadores, liderados por el demócrata Ben Cardin de Maryland y el republicao Jerry Moran de Kansas, en la que piden la liberación del empleado estadounidense acusado de violar la soberanía de Cuba.
El documento revelado el martes está firmado por 34 senadores demócratas, nueve republicanos y el independiente Joseph Lieberman.
En la carta los senadores describen el deplorable estado de salud de Gross, quien ha bajado más de 100 libras desde su encarcelamiento y la angustia sicológica que sufre por estar separado de su familia. Tanto la madre de Gross de 90 años como su hija luchan contra el cáncer, mientras esperan ansiosas el regreso a casa, del padre, el hijo y esposo.
“Alan debe ser liberado de inmediato de manera incondicional para que pueda regresar a su hogar a recibir tratamiento médico y apoyar a sus familiares. Las necesidades humanitarias y de salud de Gross son primordiales”, manifestó en un comunicado el senador Cardin.
“Hasta que Gross no sea liberado y regrese a casa, nosotros seguiremos dando a conocer al mundo cómo Cuba está violando los derechos de un ciudadano estadounidense", agregó Cardin.
Alan Gross, de 63 años, trabajaba como contratista para el gobierno estadounidense cuando fue arrestado en 2009 y sentenciado a 15 años de prisión por delitos contra el estado cubano después de ingresar a la isla un equipo de comunicaciones restringido por el gobierno comunista.
“Después de tres años del injusto encarcelamiento de Alan Gross mis colegas y yo tenemos la esperanza que el gobierno cubano tomará acción ante esta petición y ordenará su liberación”, dijo el senador Moran.
El gobierno cubano todavía no se ha pronunciado sobre la carta.