Miami-Dade no será santuario de inmigrantes

niños vestidos con gorros rojos de Navidad le entregaron al alcalde un centenar de cartas en las que expresan que su deseo para esta Navidad es que sus padres no sean deportados.

El alcalde no quiere que la policía del condado se convierta en agente de inmigración, pero quiere que cumpla las leyes federales.

El alcalde del condado de Miami-Dade, Carlos Giménez, es de origen cubano, simpatiza con los hispanos, dijo que votaría por Hillary Clinton a pesar de ser republicano, pero no convertirá su ciudad en un santuario para los inmigrantes.

Así lo dijo a una veintena de niños inmigrantes que acudieron a su despacho a pedirle que mantuviera unidas a sus familias.

Miami "no es una ciudad santuario... Cuando una agencia federal desea ayuda, los ayudamos, pero no somos agentes de inmigración. Cumplimos con las leyes federales", manifestó Giménez.

"Tenemos ciertas políticas de inmigración. No preguntamos si son legales o no", expresó el alcalde y de inmediato dijo que estaba en favor de una reforma migratoria integral y también de asegurar las fronteras.

Las declaraciones de Giménez tuvieron lugar en momentos que los inmigrantes que están sin papeles temen que el presidente electo Donald Trump cumpla con sus promesas electorales de deportar a 11 millones de indocumentados.

Antes de hablar, los niños vestidos con gorros rojos de Navidad le entregaron al alcalde un centenar de cartas en las que expresan que su deseo para esta Navidad es que sus padres no sean deportados y sus familias se mantengan unidas.

"Por favor, mantengan a nuestras familias juntas. Queremos estar juntos, vivir juntos", expresó Angélica Jiménez, una niña estadounidense de 13 años cuyo papá fue deportado a Guatemala hace cuatro años tras haber sido arrestado por manejar con una licencia de conducir vencida.

Numerosas ciudades del país, entre ellas Nueva York, Los Angeles y Chicago, han manifestado abiertamente que funcionarán como santuarios de inmigrantes y no colaborarán con las autoridades de inmigración para detener a extranjeros que permanecen en el país sin autorización.

Pero el caso del condado de Miami-Dade, en donde vive una numerosa comunidad de inmigrantes, es un poco diferente. Aunque su perfil ha cambiado y es cada vez más diverso, la mayoría de ellos es de origen cubano y por ello está amparada bajo normativas que le concede a poco de llegar un estatus legal.