El alcalde de San Antonio, Texas, testificó este martes en la primera audiencia legislativa y apoyó un camino a la ciudadanía de los indocumentados.
El alcalde de San Antonio, Texas, Julián Castro, dijo durante la primera audiencia legislativa sobre la reforma migratoria, que la “opción a la naturalización debería ser la opción”.
"Discrepo con la descripción de que es una medida extrema. Lo extremo sería abrir las fronteras, y nadie está pidiendo eso", dijo el alcalde demócrata al presidente del comité, el republicano Bob Goodlatte, quien le preguntó si hay una opción intermedia que se ubique entre las dos más extremas: deportaciones masivas o permitir que los indocumentados se naturalicen.
Castro calificó como "sin precedentes crear un grupo de personas en limbo jurídico que no se le permita naturalizarse"; al referirse a la posibilidad de asignarle a los indocumentados un estatus legal temporal sin definir claramente los periodos y requisitos para optar a la residencia permanente, paso previo para la naturalización.
En el otro lado de la ciudad de Washington, el líder de la mayoría de la Cámara de Representantes, Eric Cantor era el orador principal en una reunión con el American Enterprise Institute en la que presentaba algunas ideas sobre la renovación que el partido republicano pretende hacer este año.
En un guiño dirigido en preparación al debate sobre reforma migratoria que se viene, Cantor, uno de los representantes más conservadores, tenía pensado decir que entendía la necesidad de “establecer un balance entre el respeto al estado de derecho y el respeto por aquellos que quieren entrar a este país legalmente, el cuidado a la persona y a las familias, la mayoría de las cuales solo quieren tener una mejor vida y contribuir con Estados Unidos”, según adelanto de su discurso distribuido a la prensa.
Además, los gobernadores de Nevada y Nuevo México —Susana Martínez y Brian Sandoval, respectivamente— anunciaron que dirigirán un esfuerzo del Partido Republicano por atraer a candidatos hispanos y mujeres para cargos estatales en todo el país, según dijo el martes un periódico de Nuevo México.
La semana pasada, el gobernador de Luisiana, Bobby Jindal, hizo un llamado a sus correligionarios republicanos a “dejar de ser el partido estúpido” y a evitar ofrecimientos “conservadores claramente tontos” a los votantes.
La legislación está en gran desventaja en la Cámara de Representantes, dominada por los republicanos conservadores y en la que se ha mostrado poco interés por una reforma migratoria, aunque seis representantes trabajan en una propuesta de reforma migratoria y planean tenerla lista y difundirla cuando Obama pronuncie su discurso sobre el Estado de la Unión el 12 de febrero.
Se espera que el comité judicial del Senado celebre también este mes audiencias sobre la reforma migratoria.
"Discrepo con la descripción de que es una medida extrema. Lo extremo sería abrir las fronteras, y nadie está pidiendo eso", dijo el alcalde demócrata al presidente del comité, el republicano Bob Goodlatte, quien le preguntó si hay una opción intermedia que se ubique entre las dos más extremas: deportaciones masivas o permitir que los indocumentados se naturalicen.
Castro calificó como "sin precedentes crear un grupo de personas en limbo jurídico que no se le permita naturalizarse"; al referirse a la posibilidad de asignarle a los indocumentados un estatus legal temporal sin definir claramente los periodos y requisitos para optar a la residencia permanente, paso previo para la naturalización.
En el otro lado de la ciudad de Washington, el líder de la mayoría de la Cámara de Representantes, Eric Cantor era el orador principal en una reunión con el American Enterprise Institute en la que presentaba algunas ideas sobre la renovación que el partido republicano pretende hacer este año.
En un guiño dirigido en preparación al debate sobre reforma migratoria que se viene, Cantor, uno de los representantes más conservadores, tenía pensado decir que entendía la necesidad de “establecer un balance entre el respeto al estado de derecho y el respeto por aquellos que quieren entrar a este país legalmente, el cuidado a la persona y a las familias, la mayoría de las cuales solo quieren tener una mejor vida y contribuir con Estados Unidos”, según adelanto de su discurso distribuido a la prensa.
Además, los gobernadores de Nevada y Nuevo México —Susana Martínez y Brian Sandoval, respectivamente— anunciaron que dirigirán un esfuerzo del Partido Republicano por atraer a candidatos hispanos y mujeres para cargos estatales en todo el país, según dijo el martes un periódico de Nuevo México.
La semana pasada, el gobernador de Luisiana, Bobby Jindal, hizo un llamado a sus correligionarios republicanos a “dejar de ser el partido estúpido” y a evitar ofrecimientos “conservadores claramente tontos” a los votantes.
La legislación está en gran desventaja en la Cámara de Representantes, dominada por los republicanos conservadores y en la que se ha mostrado poco interés por una reforma migratoria, aunque seis representantes trabajan en una propuesta de reforma migratoria y planean tenerla lista y difundirla cuando Obama pronuncie su discurso sobre el Estado de la Unión el 12 de febrero.
Se espera que el comité judicial del Senado celebre también este mes audiencias sobre la reforma migratoria.