Durante una presentación en el Club Nacional de Prensa, en la capital del país, el alcalde de origen hispano expresó que el éxito del sistema de inmigración estadounidense va de la mano con el éxito de la economía del país.
El alcalde de Los Ángeles, Antonio Villaraigosa, salió una vez más en defensa de una reforma migratoria, señalando que este es el momento para hacer cambios en la legislación de Estados Unidos.
Durante una presentación en el Club Nacional de Prensa, en la capital del país, el alcalde Villaraigosa expresó este lunes que el éxito del sistema de inmigración estadounidense va de la mano con el éxito de la economía del país.
“Este es el momento para una reforma inmigratoria real, una reforma exhaustiva, de sentido común y humana”, dijo el alcalde de origen hispano.
Agregó que si bien los inmigrantes indocumentados deben ganarse la legalización, la reforma debe estar cimentada en los valores estadounidenses, y debe “respetar a los inmigrantes que se arriesgaron para llegar aquí (buscando únicamente) una mejor vida”.
Este es un punto que rechazan los republicanos en el Congreso, como lo explica la estratega de ese partido Maricruz Magowan.
“Hay que (buscar) una solución a largo plazo y no va a ser fácil porque primero hay que conseguir apoyo de los demócratas y republicanos”, dice Magowan. Señaló que hasta ahora ninguno de los partidos ha estado dispuesto a dar la ciudadanía a 11 millones de inmigrantes indocumentados y que su partido favorece, como primer paso, “asegurar las fronteras”.
Aunque el presidente Barack Obama apenas si mencionó sus intenciones sobre este tema en la conferencia de prensa que sostuvo este lunes, es sabido que la Casa Blanca intenta negociar la presentación de un proyecto de reforma que aborde la legalización de los indocumentados, la ampliación de varias categorías de visas para facilitar la inmigración legal, y un programa renovado de trabajadores temporales.
Durante una presentación en el Club Nacional de Prensa, en la capital del país, el alcalde Villaraigosa expresó este lunes que el éxito del sistema de inmigración estadounidense va de la mano con el éxito de la economía del país.
“Este es el momento para una reforma inmigratoria real, una reforma exhaustiva, de sentido común y humana”, dijo el alcalde de origen hispano.
Agregó que si bien los inmigrantes indocumentados deben ganarse la legalización, la reforma debe estar cimentada en los valores estadounidenses, y debe “respetar a los inmigrantes que se arriesgaron para llegar aquí (buscando únicamente) una mejor vida”.
Este es un punto que rechazan los republicanos en el Congreso, como lo explica la estratega de ese partido Maricruz Magowan.
“Hay que (buscar) una solución a largo plazo y no va a ser fácil porque primero hay que conseguir apoyo de los demócratas y republicanos”, dice Magowan. Señaló que hasta ahora ninguno de los partidos ha estado dispuesto a dar la ciudadanía a 11 millones de inmigrantes indocumentados y que su partido favorece, como primer paso, “asegurar las fronteras”.
Aunque el presidente Barack Obama apenas si mencionó sus intenciones sobre este tema en la conferencia de prensa que sostuvo este lunes, es sabido que la Casa Blanca intenta negociar la presentación de un proyecto de reforma que aborde la legalización de los indocumentados, la ampliación de varias categorías de visas para facilitar la inmigración legal, y un programa renovado de trabajadores temporales.