Almagro se reúne en Miami con activistas cubanos que buscan un cambio en su país

El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, alertó sobre la influencia del gobierno cubano en los movimientos desestabilizadores de la región.

El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, se reunió este viernes en Miami, en el Sur de la Florida, con activistas cubanos de la isla y en el exilio para discutir el camino de la democracia para Cuba.

Al evento “Pasos de Cambio para Cuba” asistió también la subsecretaria para Asuntos de Cuba y Venezuela de Estados Unidos, Carrie Filipetti, el embajador de Estados Unidos ante la OEA, Carlos Trujillo, y el excongresista cubanoamericano Lincoln Diaz-Balart.

Almagro dijo que los agentes de influencia política en la región no podían permitirse una "diplomacia blanda". "Tenemos que ser fuertes. Tenemos que condenar a la dictadura en cada uno de sus ámbitos", señaló.

El jefe de la organización interamericana fue aún más incisivo con el gobierno de Cuba, cuando aseguró que mientras haya "una dictadura en Cuba, habrá desestabilización en el continente (...) vamos a sufrir en cada uno de nuestros países”.

Por su parte, la subsecretaria para Asuntos de Cuba y Venezuela de Estados Unidos, Carrie Filipetti, reafirmó el apoyo de Estados Unidos a la causa de la democracia en Cuba y adelantó que se avecinan nuevas sanciones contra el gobierno cubano.

Filipetti listó las acciones de Estados Unidos para cortar las fuentes de ingreso económico del gobierno cubano, como las limitaciones de envío de dinero, o la suspensión del permiso a las aerolíneas estadounidenses para volar a otro destino en Cuba que no fuese La Habana.

La mayor parte del evento fue conducido por la activista Rosa María Payá, líder del proyecto Cuba Decide, quien agradeció a Estados Unidos por su apoyo constante a la lucha por la democracia en la isla, e instó a otros países de la región a sumarse activamente.

La emblemática Torre de la Libertad, adonde llegaron los primeros exiliados cubanos tras la revolución de Fidel Castro en 1959, fue también el escenario para ratificar el “Acuerdo por la Democracia en Cuba”, pactado en 1998 en La Habana y apoyado hoy por un centenar de grupos de la oposicion.

En declaraciones a la Voz de América, Payá calificó el evento como histórico, porque ratifica el propósito de unidad de la oposición cubana con el pueblo cubano.

El pacto promueve el sufragio universal directo, la amnistía general para la liberación de todos los presos políticos, el reconocimiento de la libertad de expresión y de prensa, y la legalización de todos los partidos políticos y organizaciones y actividades de la sociedad civil, entre otros.

El evento se da en medio del declive de la situación económica y social en la isla comunista y de constantes acusaciones de instituciones y personalidades internacionales que apuntan a la injerencia del gobierno cubano en la vida política de la región, en especial, en Venezuela.

El foro fue organizado por el Comité Organizador de la Oposición Cubana, la Resistencia y el Exilio, la institución de altos estudios Miami Dade College y la Organización de Estados Americanos.

Los cubanos que no pudieron llegar

El gobierno cubano impidió la salida de la isla a 12 activistas políticos que planeaban asistir al evento en Miami, según denunciaron los afectados en redes sociales.

Los activistas fueron informados en el Aeropuerto Internacional José Martí, de La Habana, que no podrían abordar el avión.

Almagro condenó ese mismo día la prohibición del gobierno cubano, a través de un mensaje de Twitter: “Esta es una muestra clara de censura y sometimiento por parte del régimen en la isla”.

El jefe de la organización interamericana también exigió al gobierno de Díaz-Canel que permita a los cubanos participar en la vida política de la nación, sin importar su filiación política.

Recientemente, el canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla negó que en Cuba hubiesen “regulados”, como llaman a las personas a las que impiden viajar, y explicó que solo se prohibiría la salida a ciudadanos con proceso penal pendiente o a exfuncionarios del gobierno en posesión de información clasificada.

Actualmente, se les impide viajar fuera de la isla a más de 200 activistas y miembros de la sociedad civil independiente cubana, según registros que mantiene el Instituto Patmos.

Sin contar este caso, Patmos había registrado 197 casos en septiembre.