Un estudio llevado a cabo con personas de 65 a 89 años de edad mostró que estar físicamente activo puede proteger el hipocampo, parte del cerebro afectada por la enfermedad.
Un nuevo estudio médico con ancianos en riesgo de desarrollar Alzheimer sostiene que el ejercicio físico moderado puede prevenir la reducción del hipocampo, la zona del cerebro responsable de la memoria y la orientación espacial.
Científicos ponen de relieve como resultado de la investigación de año y medio, llevada a cabo con personas de 65 a 89 años de edad, que el hipocampo es precisamente la parte del cerebro afectada por el mal de Alzheimer.
“La buena noticia es que estar físicamente activo puede ofrecer protección de la degeneración neurológica asociada con el riesgo de la enfermedad”, dijo el doctor J. Carson Smith, de la Universidad de Maryland, a cargo del estudio.
Según el investigador, la actividad física tiene potencial para preservar el volumen del hipocampo en aquellas personas de mayor riesgo, lo que significa que puede demorar la pérdida cognoscitiva y “el comienzo de síntomas de demencia” en esos individuos.
El doctor Kirk Erickson, profesor de psicología de la Universidad de Pittsburgh, indicó que “no existen otros tratamientos que muestren que se puede preservar el volumen del hipocampo en quienes pueden desarrollar Alzheimer”.
La Asociación del Alzheimer, que promueve el cuidado de la enfermedad, recomienda hacer ejercicio físico para “mantener el buen flujo sanguíneo en el cerebro”.
De acuerdo con la Fundación sobre el Alzheimer de EE.UU., más de 5 millones de estadounidenses padecen este mal, un número que a medida que la población envejece se triplicará para el año 2050, señaló.
Científicos ponen de relieve como resultado de la investigación de año y medio, llevada a cabo con personas de 65 a 89 años de edad, que el hipocampo es precisamente la parte del cerebro afectada por el mal de Alzheimer.
“La buena noticia es que estar físicamente activo puede ofrecer protección de la degeneración neurológica asociada con el riesgo de la enfermedad”, dijo el doctor J. Carson Smith, de la Universidad de Maryland, a cargo del estudio.
Según el investigador, la actividad física tiene potencial para preservar el volumen del hipocampo en aquellas personas de mayor riesgo, lo que significa que puede demorar la pérdida cognoscitiva y “el comienzo de síntomas de demencia” en esos individuos.
El doctor Kirk Erickson, profesor de psicología de la Universidad de Pittsburgh, indicó que “no existen otros tratamientos que muestren que se puede preservar el volumen del hipocampo en quienes pueden desarrollar Alzheimer”.
La Asociación del Alzheimer, que promueve el cuidado de la enfermedad, recomienda hacer ejercicio físico para “mantener el buen flujo sanguíneo en el cerebro”.
De acuerdo con la Fundación sobre el Alzheimer de EE.UU., más de 5 millones de estadounidenses padecen este mal, un número que a medida que la población envejece se triplicará para el año 2050, señaló.