Los comentarios de la presidenta de Argentina, Cristina Fernández resuelve la polémica sobre las supuestas intenciones del oficialismo de proponer una reforma a la Constitución que abriría la puerta a su segunda reelección.
Aunque pudiera darle la oportunidad de una segunda reelección, la presidenta de Argentina, Cristina Fernández desestimó una reforma de la Carta Magna y aclaró que su posición sólo promueve la democratización del sistema judicial de Argentina, al referirse a la recientemente aprobada reforma del Poder Judicial.
“No voy a proponer una reforma de la Constitución”, dijo Fernández este martes en el marco de un Congreso para la Democratización de la Justicia con lo que suprime los reclamos hechos por el oficialismo que promueve la posibilidad de reelección para Fernández en las elecciones de 2015.
La presidenta de Argentina fue reelecta en 2011 con el 54 % de los votos.
Por su parte la oposición argumenta que las intenciones del oficialismo de reformar la Constitución sólo buscaban eternizarse en el poder.
La reforma del Poder Judicial en Argentina consiste básicamente en elegir por voto popular a los integrantes del órgano político de justicia y restringe las medidas cautelares.
La oposición considera esta reforma como una maniobra de Fernández para controlar a los jueces y suprimir su independencia.
“No voy a proponer una reforma de la Constitución”, dijo Fernández este martes en el marco de un Congreso para la Democratización de la Justicia con lo que suprime los reclamos hechos por el oficialismo que promueve la posibilidad de reelección para Fernández en las elecciones de 2015.
La presidenta de Argentina fue reelecta en 2011 con el 54 % de los votos.
Por su parte la oposición argumenta que las intenciones del oficialismo de reformar la Constitución sólo buscaban eternizarse en el poder.
La reforma del Poder Judicial en Argentina consiste básicamente en elegir por voto popular a los integrantes del órgano político de justicia y restringe las medidas cautelares.
La oposición considera esta reforma como una maniobra de Fernández para controlar a los jueces y suprimir su independencia.