Un fallo parcialmente a favor del grupo Clarín provoca que el litigio entre los medios y la presidenta Cristina Fernández pase a una instancia superior.
La polémica ley de medios que pretende regular el mercado audiovisual argentino aprobada en 2009, será definida por la Corte Suprema, luego que un tribunal federal fallara a favor, en parte, del grupo de medios más poderoso de Argentina, Clarín.
El tribunal civil consideró inconstitucional varios artículos de la ley que buscan acabar con el monopolio entre los medios de comunicación promovido por Cristina Fernández. Específicamente no reconoce la legalidad del artículo que limita el número de licencias de televisión de pago o por cable.
De esta manera Clarín no tendrá que elegir entre continuar su canal en señal abierta, que es uno de los más visto del país, o mantener sus servicios como el mayor proveedor de televisión por cable, que es lo que genera mayores ingresos.
Pero por otro lado, ese mismo tribunal avaló un artículo de la Ley de medios que fija en un año el plazo de desinversión que le impone a los grupos de medios para adaptarse a la ley y otro sobre la transferencia de licencias.
La pelea entre Fernández y el principal grupo multimedios de Argentina data de 2008, cuando Clarín respaldó las protestas de los productores agropecuarios en contra de la decisión oficialista de gravar con impuestos las exportaciones de algunos granos.
Al año siguiente se promulgó la ley de medios con el objetivo de sancionar al grupo de medios de comunicación.
El tribunal civil consideró inconstitucional varios artículos de la ley que buscan acabar con el monopolio entre los medios de comunicación promovido por Cristina Fernández. Específicamente no reconoce la legalidad del artículo que limita el número de licencias de televisión de pago o por cable.
De esta manera Clarín no tendrá que elegir entre continuar su canal en señal abierta, que es uno de los más visto del país, o mantener sus servicios como el mayor proveedor de televisión por cable, que es lo que genera mayores ingresos.
Pero por otro lado, ese mismo tribunal avaló un artículo de la Ley de medios que fija en un año el plazo de desinversión que le impone a los grupos de medios para adaptarse a la ley y otro sobre la transferencia de licencias.
La pelea entre Fernández y el principal grupo multimedios de Argentina data de 2008, cuando Clarín respaldó las protestas de los productores agropecuarios en contra de la decisión oficialista de gravar con impuestos las exportaciones de algunos granos.
Al año siguiente se promulgó la ley de medios con el objetivo de sancionar al grupo de medios de comunicación.