Autoridades temen que estos grupos al dejar las armas se conviertan en bandas criminales.
Mientras se espera el avance de los diálogos de paz entre la guerrilla de las FARC y el gobierno colombiano de Juan Manuel Santos previstos para el 15 de noviembre en Cuba, el ejército ecuatoriano encontró e incautó un arsenal con 18.000 municiones en un rancho que había sido abandonado pocas horas antes en el sector de San Lorenzo en la provincia de Esmeraldas, en la frontera entre Ecuador y Colombia.
El comandante de Operaciones Norte, general Fernando Proaño, dijo a los medios que como parte del hallazgo encontraron información de armamento, helicópteros y que “inclusive ellos ponen el valor de cuánto cuesta un fusil, una pistola, una ametralladora”.
El ejército ecuatoriano ha implementado los patrullajes en las zonas de frontera debido al aumento de secuestros y la proliferación de bandas irregulares que operan en estos lugares.
Para el general Proaño la incautación de estos arsenales deja abierta la posibilidad para pensar que luego de dejar las armas los disidentes de este tipo de grupos podrían convertirse en bandas criminales.
“La percepción que tenemos de lo que podría suceder en el futuro es que si alguno de los grupos ilegales entrega las armas. Se convertirán también en otra de las bandas criminales e intensificarán la actuación de ellos en el sector fronterizo”, agregó el general Proaño.
Ecuador ha apoyado oficialmente desde el inicio los diálogos de Paz entre las fuerzas irregulares de Colombia y el gobierno de ese país. La desmovilización de estos grupos ayudaría al desarrollo social de las zonas sensibles en la frontera común y facilitaría la reincorporación de miles de refugiados que el país acoge cada año.
El comandante de Operaciones Norte, general Fernando Proaño, dijo a los medios que como parte del hallazgo encontraron información de armamento, helicópteros y que “inclusive ellos ponen el valor de cuánto cuesta un fusil, una pistola, una ametralladora”.
El ejército ecuatoriano ha implementado los patrullajes en las zonas de frontera debido al aumento de secuestros y la proliferación de bandas irregulares que operan en estos lugares.
Para el general Proaño la incautación de estos arsenales deja abierta la posibilidad para pensar que luego de dejar las armas los disidentes de este tipo de grupos podrían convertirse en bandas criminales.
“La percepción que tenemos de lo que podría suceder en el futuro es que si alguno de los grupos ilegales entrega las armas. Se convertirán también en otra de las bandas criminales e intensificarán la actuación de ellos en el sector fronterizo”, agregó el general Proaño.
Ecuador ha apoyado oficialmente desde el inicio los diálogos de Paz entre las fuerzas irregulares de Colombia y el gobierno de ese país. La desmovilización de estos grupos ayudaría al desarrollo social de las zonas sensibles en la frontera común y facilitaría la reincorporación de miles de refugiados que el país acoge cada año.