El empresario Jacob Ostreicher es acusado de lavado de dinero del narcotráfico, pero afirma que es inocente y que teme por su vida ante denuncia de extorsión.
Una jueza en Bolivia otorgó este martes la libertad condicional al empresario estadounidense Jacob Ostreicher, quien lleva detenido 18 meses por presunto lavado de dinero del narcotráfico.
Después de revisar evidencia que se desestimara en audiencias pasadas y considerar la caída de una red de corrupción de funcionarios bolivianos que habría extorsionado a Ostreicher a cambio de su libertad, los abogados del empresario están satisfechos con el fallo de la jueza Enea Fátima Gentile, quien previamente había negado el beneficio al empresario.
"Hoy hemos obtenido la libertad de mi cliente, mediante medidas sustitutivas, estamos relativamente satisfechos", afirmó en rueda de prensa el abogado Jimmy Montaño.
Durante la audiencia pública la jueza, ordenó detención domiciliaria, arraigo y una fianza de $100.000 pesos bolivianos, unos $14.300 dólares.
Ostreicher, de 52 años, está recluido en una clínica de Santa Cruz desde hace un mes debido al debilitamiento de su salud a causa de su detención en una cárcel muy peligrosa. Por él han abogado no solo congresistas estadounidenses, sino también el actor estadounidense y amigo del presidente Evo Morales, Sean Penn.
Días atrás los abogados de Ostreicher expresaron que temían por la vida de su defendido después que denunciara que fue extorsionado por autoridades bolivianas a cambio de su libertad. Ostreicher llegó a la audiencia de hoy protegido con casco y chaleco antibalas.
Ostreicher llegó a Bolivia hace cuatro años para invertir $26 millones de dólares en la producción de arroz, pero en junio de 2011 fue detenido luego que dos de sus empleados fueran involucrados con el narcotráfico.
En todo este tiempo no se han presentado cargos formales contra Ostreicher, por lo que también bajo la ley boliviana después de 18 meses de encierro sin haber tenido un juicio tendría derecho a la libertad.
Por lo pronto ha obtenido la libertad condicional, regresará al hospital donde se encontraba para que le den de alta y luego podrá permanecer en su domicilio, mientras continúa el proceso para aclarar su presunta inocencia.
Después de revisar evidencia que se desestimara en audiencias pasadas y considerar la caída de una red de corrupción de funcionarios bolivianos que habría extorsionado a Ostreicher a cambio de su libertad, los abogados del empresario están satisfechos con el fallo de la jueza Enea Fátima Gentile, quien previamente había negado el beneficio al empresario.
"Hoy hemos obtenido la libertad de mi cliente, mediante medidas sustitutivas, estamos relativamente satisfechos", afirmó en rueda de prensa el abogado Jimmy Montaño.
Durante la audiencia pública la jueza, ordenó detención domiciliaria, arraigo y una fianza de $100.000 pesos bolivianos, unos $14.300 dólares.
Ostreicher, de 52 años, está recluido en una clínica de Santa Cruz desde hace un mes debido al debilitamiento de su salud a causa de su detención en una cárcel muy peligrosa. Por él han abogado no solo congresistas estadounidenses, sino también el actor estadounidense y amigo del presidente Evo Morales, Sean Penn.
Días atrás los abogados de Ostreicher expresaron que temían por la vida de su defendido después que denunciara que fue extorsionado por autoridades bolivianas a cambio de su libertad. Ostreicher llegó a la audiencia de hoy protegido con casco y chaleco antibalas.
Ostreicher llegó a Bolivia hace cuatro años para invertir $26 millones de dólares en la producción de arroz, pero en junio de 2011 fue detenido luego que dos de sus empleados fueran involucrados con el narcotráfico.
En todo este tiempo no se han presentado cargos formales contra Ostreicher, por lo que también bajo la ley boliviana después de 18 meses de encierro sin haber tenido un juicio tendría derecho a la libertad.
Por lo pronto ha obtenido la libertad condicional, regresará al hospital donde se encontraba para que le den de alta y luego podrá permanecer en su domicilio, mientras continúa el proceso para aclarar su presunta inocencia.