Unos 600 bolivianos acampaban el martes afuera del consulado de su país en la capital chilena para presionar por una pronta repatriación en uno de los días más fríos en lo que va del año en Santiago, que espera tormentas eléctricas y granizadas.
En el campamento en el barrio acomodado de Las Condes, decenas de niños, mujeres embarazadas y adultos mayores esperan desde hace una semana un pronunciamiento del consulado. “No estamos tomando las medidas (de distanciamiento), estamos muy pegados”, dijo Ramiro, quien se identificó como vocero del grupo de migrantes pero prefirió no dar su apellido. “Ha sido muy duro, hace mucho frío por la noche”.
Chile recibe cada verano y hasta mediados de otoño a miles de ciudadanos bolivianos y peruanos quienes, junto con chilenos, trabajan en los campos del norte y centro del país. Estos trabajadores están sujetos a contratos trimestrales y hombres y mujeres ganan lo mismo, pero la llegada de la pandemia del nuevo coronavirus adelantó el fin de la época de cosecha.
El precario campamento, que recién en los últimos días recibió baños químicos, está colmado de letreros con un llamado común: “Queremos regresar”. Las personas en el lugar se alimentan gracias a donaciones de los vecinos y de algunas organizaciones de protección de los migrantes.
Un grupo de policías resguarda el campamento. El oficial al mando, capitán John Green, dijo que los migrantes bolivianos siguen llegando al lugar y precisó que 1.100 ya fueron repatriados luego de cumplir una cuarentena en el norte chileno.
También lea Médicos de La Paz se declaran en huelga de hambre, exigen insumos para enfrentar COVID-19Los bolivianos no son los únicos que mantienen la esperanza de que sus gobiernos accedan a repatriarlos. El canciller Teodoro Ribera declaró el martes que un grupo de colombianos será trasladado a su país en un avión que viajará a Colombia a buscar connacionales.
Agregó que el gobierno está preocupado por la situación de los migrantes que presionan acampando en las proximidades de sus consulados para ser repatriados, “porque son personas de escasos recursos”. Enfatizó que no pueden dejar este país, ”no porque Chile no les abra las puertas, sino porque sus países le cierran el retorno, sencillamente no les permiten retornar”.
Centenares de venezolanos también montaron un campamento en el exterior de su consulado pero, después de varias semanas, accedieron a trasladarse a albergues acondicionados en colegios. La víspera uno de ellos murió en un albergue adonde había sido trasladado tras presentar síntomas de COVID-19. Estaba a la espera del resultado del examen que indicaría si estaba contagiado.
A diferencia de los migrantes bolivianos o peruanos que han logrado regresar a sus países, los venezolanos continúan sin recibir respuesta del gobierno de Nicolás Maduro.
Chile ha reportado hasta el momento más de 105.000 casos de coronavirus y más de 1.100 decesos.