Las autoridades federales de Estados Unidos detuvieron en Florida, entre los días 21 y 22 de mayo, al exministro de Gobierno de Bolivia Arturo Murillo Prijic y a su entonces jefe de despacho, Rodrigo Méndez Mendizábal, ambos funcionarios del gobierno interino de la presidenta Jeanine Áñez, quien dirigió el país entre 2019 y 2020.
Áñez fue detenida a mediados de marzo pasado, por cargos relacionados con la remoción del puesto del exmandatario Evo Morales en octubre de 2019.
Según comunicó el martes el Departamento de Justicia de EE. UU., Murillo y Méndez se confabularon para recibir sobornos de una empresa estadounidense y de tres asociados, como resultado de la alteración de precios en la venta de gases lacrimógenos al gobierno boliviano.
También lea Bolivianos protestan en las calles por arrestos a opositores políticosTambién están implicados los ciudadanos estadounidenses Luis Berkman, Philip Lichtenfeld y Bryan Berkman. Los dos primeros habrían pagado sobornos por 602.000 dólares para que la empresa de este último, Bryan Berkman, con sede en Florida, se hiciera con el negocio de vender gas lacrimógeno y otros equipos no letales al Ministerio de Defensa de entonces.
“Las cinco personas están acusadas de un cargo de conspiración para cometer lavado de dinero. Si son declarados culpables, se enfrentan a una pena máxima de 20 años de prisión”, indica la nota de Justicia.
El esquema funcionó cuando los estadounidenses blanquearon los pagos a funcionarios del gobierno boliviano por medio de cuentas bancarias en Florida y Bolivia, y de este modo hicieron efectivo un pago de 582.000 dólares en efectivo para Murillo y Méndez.
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