Nubia Gaona y sus dos hijos jamás imaginaron que su historia de vida, en medio de cerdos, gallinas, sembrados de frutas y aromáticas, y con la sencillez que define el campo, traspasara las verdes montañas y llegara hasta la pantalla de un celular, tableta o computador.
“Lo más divertido y lindo es que las personas que están viendo nuestros videos están aprendiendo un poquito más del campo y que sabemos que no nos van a olvidar”, cuenta Harley David Gaona, el hijo mayor de Nubia y quien vio en la plataforma digital YouTube una oportunidad para enseñarles a aquellas personas que no tienen sustento, cómo pueden sembrar en casa, además de generar conciencia de la importancia y majestuosidad del campo.
“Por el ‘Face’, vimos a un barrio en la entrada de Bogotá, que las mamitas salían, los niños salían llorando, que no tenían qué comer. Eso me partió el corazón. ¿Por qué motivo? Porque yo lo viví y es muy duro uno como madre, ver a sus hijos aguantando y no poder tener y darles, aunque sea un dulce o un pan para que, al menos, no lloren del hambre”, le contó Nubia a la Voz de América.
Razón que llevó a David a crear esta idea. Después de trabajar, ahorró para lograr tener internet en casa. “Así empecé a navegar y pues la idea es que la gente de la ciudad también, por lo que nos tienen olvidados, supieran un poquito del campo y también pues que nadie se acueste sin comer. Lo hicimos también por lo que nosotros también nos fuimos algunos días a acostar sin comer. Entonces, pues nosotros ya sabemos cómo es aguantar”, cuenta el joven, quien además confiesa que en los canales de YouTube nunca había visto una familia campesina youtuber que mostrara lo mejor de su entorno para aprovecharlo en casa.
Para Nubia, el canal también es un motivo de llevarles alegría y humor a las familias que están “encerradas”, en medio del confinamiento. “Nosotros podemos salir, aunque sea al potrero, a estar un rato. Ellos allá en las casitas, los apartamentos, no pueden ni siquiera asomarse a la ventana porque no tienen qué ver. Nosotros gracias a Dios, tenemos el paisaje como ustedes se dan cuenta. Hermoso es el campo”.
Cambio de vida
La familia Gaona vive en una vereda apartada, en el municipio de Chipaque, a aproximadamente una hora de Bogotá. Para llegar hasta allí, hay que recorrer una carretera, a veces destapada, una hora más, donde los paisajes de cultivos florecidos y el aire puro son el común denominador.
Su popularidad ha llegado a tal punto que, en su cuenta de YouTube ‘Nubia e hijos’, actualmente cuentan con 539.000 suscriptores. Así como miles de seguidores en Facebook e Instagram que les comentan sobre sus travesuras.
Incluso, en uno de sus capítulos de YouTube celebraron con un “sancocho campesino” porque recibieron la placa plateada de YouTube por lograr 100.000 suscripciones. “Trae un espejo y la placa de Youtuber”, dice Jeimmer Alejandro Riveros Gaona -el hijo menor- en el video. “No piensen que es plata, plata… Es forma de plata”, agrega sonriendo.
El día a día de Nubia transcurre entre limpiar la casa y trabajar como aseadora en uno de los colegios del municipio. Debe aprovechar su tiempo libre para grabar los videos que suben en su canal y atender las entrevistas que le solicitan tanto medios locales como internacionales.
Tanto es así, cuenta, que debió pedir permiso en el trabajo para atender su primera entrevista en vivo con uno de los canales de noticias más importantes y populares de Colombia. “Esa entrevista fue muy dura porque, a pesar de que sabíamos que todo el mundo nos estaba viendo, nosotros estábamos enseñados que la señorita Juliana y don Sigifredo (las personas que les ayudan a grabar los videos) eran los que nos estaban mirando. Y ya pues saber que nos estaban haciendo el en vivo, que todo mundo se estaba dando cuenta, fue demasiado duro”, cuenta Nubia.
También lea En fotos: La vida de una familia campesina colombiana que es tendencia en YouTubePero, al mismo tiempo, dice esta madre campesina, que sienten una gran satisfacción al saber que llevan “algo de alegría para las personas y les estamos demostrando la tranquilidad y la paz que tenemos en los campos”.
Los capítulos de este canal transcurren entre la vida y la cotidianidad de Nubia y sus hijos, y entre tutoriales sobre cómo sembrar hortalizas y aromáticas. Incluso, se puede encontrar videos sobre cómo hacer tortas, panes, dulce de leche y hasta cómo aprovechar las cáscaras de huevo. David y Jeimmer Alejandro estudian virtualmente en casa y ayudan a su madre en las obligaciones del hogar y las siembras.
Con la ayuda de sus vecinos, Juliana y Sigifredo, hacen una lista de ideas y los libretos que, generalmente, no se siguen al pie de la letra. La espontaneidad y el humor hacen que sean originales y llamativos.
En el canal, la familia Gaona también ofrece kits para sembrar lechuga, cilantro y tomate de árbol, entre otros. Además, cuenta, David, están ayudando a tres familias campesinas a promocionar sus productos.
Económicamente, para Nubia este canal ha representado un gran crecimiento en solo 40 días. Dice que ha podido arreglar su casa, adecuar las alcobas de sus hijos, comprar los implementos escolares. La vida “me ha cambiado un ciento por ciento. Les he podido comprar ropita”. Incluso, cuenta que también compró unos cerdos pero que “llegó el tope de no seguir gastando, sino el tope de ir a ahorrar para poderme comprar el lote, arreglar la vivienda lo que más pueda”.
“Es dura la vida del campesino”
Nubia nació en Chipaque y llegó a la finca donde vive hace dos años. Llegó a este mundo con la ayuda de una partera, al igual que sus dos hermanas. Vive muy cerca de sus padres, con quienes comparte, a veces, la hora del almuerzo.
Se casó dos veces. La primera, con pocos resultados. La segunda, una historia de 10 años viviendo con “una persona maravillosa”, que llevaba el sustento a casa, mientras Nubia se dedicada a su hogar. No obstante, una enfermedad “se lo llevó” en tan solo seis meses.
A partir de allí, Nubia decidió salir de casa y comenzar a trabajar. “Es dura la vida de campesino. Más para mujer porque la mujer no tiene la misma posibilidad que tiene un hombre”, confiesa esta campesina que además ya es abuela, gracias a su hija mayor, Heidy Gaona. Además de que sus hijos sean profesionales, sueña con el crecimiento del canal: “llevar en alto la vida del campo y el campesino. En estos momentos de realidad, el campesino no está en ningún lado, el campesino creo que vale cero para todo y pues el campesino es el que le va comidas a las ciudades”.
Su hijo David sueña con ser arquitecto. Y aunque las oportunidades en el capo son difíciles, anima a los jóvenes como él.
“Que no se rindan, que no dejen de luchar, que no dejen de luchar que aquí no termina. No dejen de luchar hasta que no cumplan sus sueños”.