Representante de Bolivia ante la OEA: "La tragedia son las ideologías"

ARCHIVO - El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega y el presidente en disputa de Venezuela, Nicolás Maduro, en apertura de cumbre del ALBA-TCP, el 5 de marzo de 2018.

El gran tema de la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) era el COVID-19. Pero ahora las situaciones en Venezuela y Nicaragua han captado la atención de los países miembro.

La 50 Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos (OEA) está en marcha en Washington DC. La situación en Venezuela y Nicaragua ocupa la atención de los participantes. Sin embargo, el hilo conductor de esta asamblea es, sin duda, el brote del nuevo coronavirus, una pandemia que, según el representante de Bolivia, el embajador Jaime Aparicio Otero, encuentra a la región dividida debido a "la tragedia" de las ideologías.

Pero, debido a la emergencia de la pandemia del COVID-19, esta es una reunión inédita porque se realiza de manera virtual. Todos los representantes de los países miembro de la OEA han participado a través de la plataforma de Internet y por supuesto, ésta es una novedad no sólo para ellos sino para todos quienes están siguiendo este evento.

La Voz de América conversó con uno de esos protagonistas, el embajador Jaime Aparicio Otero. él es el representante permanente del Gobierno de Bolivia ante la OEA. Su país acaba de vivir un proceso electoral en el que el Movimiento al Socialismo, el partido del expresidente Evo Morales, regresó al poder.

VOA: Embajador Aparicio, cómo ha sido esta experiencia de ver a sus colegas a través de la conexión virtual y cómo se ha sentido con ellos?

Aparicio: Bueno, es muy extraño. Tal vez va a ser la nueva realidad que será la primera asamblea general en la historia de la OEA en forma virtual a través de nuestras pantallas. Aunque la OEA ya viene funcionando así desde marzo. O sea que de alguna manera, sobre todo acá en Washington, ya estamos más o menos acostumbrados. Pero ya habiendo una asamblea general que reúne a los 34 países del hemisferio desde Canadá hasta Tierra del Fuego, ya se ve que no en todos los países se ha desarrollado este mundo virtual en esta forma. Entonces siempre hay algunos problemas técnicos. Ya es una situación nueva a la que hay que acostumbrarse con sus ventajas. La ventaja es que, ejemplo, pueden participar todos los ministros de todos los países, porque siendo que están en sus países y en sus oficinas es más fácil.

La desventaja es la parte humana, la falta del contacto y que estamos de alguna manera viéndonos por instrumentos de la tecnología más que por el gran valor que tiene el multilateralismo que son las relaciones personales.

VOA: Gran parte del tiempo se está dedicando a las situaciones críticas que viven Venezuela y Nicaragua. En este sentido la posición de Bolivia ha sido muy clara, junto con la de otros miembros de este organismo. Pero ¿cómo observa usted el proceso? ¿Ahora tiene avances o seguimos en la misma situación que se discutió en las últimas asambleas?

Aparicio: Esta es una asamblea distinta en todo sentido. Ya desde el título de esta asamblea, que es 'La COVID-19 y los efectos de la pandemia y la resiliencia', y cómo vamos a enfrentar esta tragedia que le ha sucedido a la humanidad, pero que va a tener efectos devastadores, como lo ha dicho la Cepal, en las economías, sobre todo de América Latina y del Caribe.

Ese es el tema central, pero no se encuentra un tema que debería encontrarnos unidos, nos encuentra divididos y eso es una pena. Y la tragedia son las ideologías. Nuevamente por temas ideológicos políticos. Hay países que están fragmentando la región, como Argentina y México, que en esta Asamblea General ha sido extrañamente unos de los países que sistemáticamente se ha opuesto, ha atacado a la OEA y no ha contribuido a una salida unificada a este tema que nos preocupa tanto.

Hoy el delegado de México, el viceministro, en lugar de hacer propuestas para salir adelante, se ha dedicado a hacer ataques al secretario general, a defender a Venezuela, a meterse en temas internos por ejemplo de Bolivia. Ha respaldado a Maduro. Una cosa muy triste porque, como tú dices, Gioconda, el tema central, el tema central era el COVID-19 y las graves violaciones a los derechos humanos en Nicaragua y Venezuela, que son un tema de interés hemisférico, porque como los propios informes de Naciones Unidas y las declaraciones del secretario general lo han confirmado, se están dando, sobre todo en Venezuela, violaciones a los derechos humanos que equivalen a crímenes de lesa humanidad.

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Es algo [sobre lo] que -por solidaridad- los miembros de la OEA deberíamos pronunciarnos. Ese pueblo no puede seguir sufriendo, no puede ir a unas elecciones viciadas. Hay que buscarle una solución de consenso y lamentablemente hasta ahora estamos viendo que aunque va a salir una resolución será con la oposición de México.

VOA: Esta posición de México, embajador Aparicio, es novedosa y no ocurrió antes.

Aparicio: Es novedosa realmente porque no había sucedido antes, nunca. México tenía una de las grandes diplomacias del continente junto con Brasil. Eran -digamos- las anclas de defensa del sistema democrático en la región. El Grupo de Lima tenía a México como uno de sus integrantes más fuertes. Y este giro, esta ideologización de la política exterior se da en momentos muy difíciles. Mira, por ejemplo, un grupo de países grande de la región, junto con Bolivia, ha hecho una propuesta para condenar un fenómeno que es muy preocupante; son las invasiones de tierras ancestrales indígenas y de parques naturales en muchos de nuestros países por parte del narcotráfico y el crimen organizado.

Entonces, en un párrafo que propusimos, se pidió que los Estados protejan los derechos humanos de poblaciones indígenas que se ven afectados por estos movimientos del narcotráfico y el crimen organizado, que buscan nuevas rutas, expandir sus cultivos por diversas razones. Están invadiendo parques naturales. Estamos viendo incendios. La colonización en esos parques está destruyendo el hábitat. Bolivia tiene, por ejemplo, el 10% de la reserva biológica de la región y condenar eso nos parecía absolutamente necesario. Ha habido un consenso de casi 33 países y nuevamente México se ha opuesto.

Todos vemos que no está contribuyendo a una respuesta unificada a los graves problemas de la región por cuestiones ideológicas del Grupo de Puebla. Están buscando articular un proyecto político, pero no están viendo que la región ya no necesita política ni ideología, sino solucionar problemas de la gente. Vamos a tener cerca de 30 a 40 millones de nuevos pobres en la región y ese es nuestro desafío, no la política.

VOA: Al mismo tiempo, en el tema de Nicaragua, ¿usted considera que encuentra el mismo camino?

Aparicio: Vamos a tener una resolución, felizmente, llamando a elecciones libres y transparentes con observación internacional, como se ha dado en muchos países este tiempo en Dominicana, en Guyana, Bolivia y con un tribunal electoral independiente para que Nicaragua encuentre su democracia. Y esa resolución, que llama a fortalecer la democracia en Nicaragua en el marco de la Carta Democrática Interamericana, también tiene la oposición de México. Entonces es una pena, pero felizmente creo que esa resolución se va a aprobar y la resolución de Venezuela y la de Nicaragua, al día de hoy, al final de la Asamblea General se van a aprobar. En un caso, el de Venezuela, se ratifica que no es legítima la elección para el Parlamento Nacional, en las condiciones actuales que quiere imponer Maduro. El mundo y América desconocen ese tipo de elección amañada.

Y en el caso de Nicaragua se exige que haya elecciones el próximo año en Nicaragua, con todas las garantías de que se va a respetar la integridad y la libertad de los ciudadanos de elegir a sus nuevos gobernantes.

VOA: Embajador Aparicio, le agradezco muchísimo su tiempo para la Voz de América y este enfoque que nos ha hecho en líneas general de la Asamblea General de la OEA.

Aparicio: Gracias. Muchas gracias, Gioconda. Un gusto siempre estar en la Voz de América.