Con marchas en favor y en contra de las protestas y la orden presidencial de militarizar varias regiones del país, donde los bloqueos y las movilizaciones han degenerado en fuertes enfrentamientos entre los manifestantes y la Fuerza Pública, Colombia entró en el segundo mes de protestas masivas.
Las cifras de muertos y heridos continúan en aumento, con al menos 48 personas que han perdido la vida y más de 2.000 heridos, según datos revelados por la Fiscalía. En ese contexto, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos anunció que adelantará para el 7 de junio su visita al país.
Por su parte el presidente Iván Duque, quien ordenó militarizar varias regiones, señaló que “el país siempre ha estado abierto al escrutinio, al examen y al análisis internacional de sus políticas”.
Los diálogos no avanzan
El Gobierno condicionó la negociación del pliego de peticiones del Comité de Paro al levantamiento de los bloqueos en las vías. “No podemos permitir en Colombia que particulares, así tengan la excusa de la protesta, puedan estar decidiendo por nosotros, quién pasa y quién no pasa”, aseguró el coordinador de la mesa de negociaciones del Gobierno, Emilio Archila.
También lea Colombia: “Bloqueos no son una forma admisible de protesta, son un abuso”La posición el Gobierno y la orden de militarizar varias regiones del país fue asumida por el Comité de Paro como una declaratoria de guerra. El equipo negociador que representa a los promotores del paro acusó al Gobierno de dilatar las conversaciones, estigmatizar la protesta, priorizar un discurso de odio y escalar las medidas militares que agravan la situación de derechos humanos en el país.
“Hemos hecho una nueva propuesta al Gobierno Nacional donde el tema central en el acuerdo es insistir en la desmilitarización de la protesta social y el respeto a los derechos humanos”, afirmó Francisco Maltes, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores, CUT.
Mientras el Comité de Paro advirtió que el Gobierno busca deshacer el preacuerdo firmado por las partes y cerrar toda posibilidad de negociación, organismos internacionales como la ONU y la OEA expresaron su preocupación ante la crisis e hicieron un llamado al diálogo para superar las diferencias.
Carlos Ruiz Massieu, representante de la ONU en Colombia y garante junto con la iglesia Católica en las conversaciones entre el Comité Nacional del Paro y el Gobierno, afirmó que el pueblo colombiano está ávido de escuchar soluciones, por lo que se necesita “un avance rápido” en las negociaciones.
Sin embargo, para hoy está citada una nueva reunión de las partes, pese a que el Comité de paro convocó a nuevas movilizaciones pacíficas para los próximos días.