En las principales ciudades de Colombia, la mayoría de los ciudadanos tiene por estos días una sensación sobre el estado actual de la pandemia en la nación sudamericana: "Estamos como al comienzo".
A mitad de marzo de 2020, en Colombia comenzó el confinamiento estricto. Aunque las condiciones ahora son diferentes, pues hay más personas en las calles y algunas actividades ya no tienen restricción, las autoridades -sobre todo en la ciudades con los más altos índices de COVID-19- han optado de nuevo por decretar toques de queda y restricción total de movilidad.
Es el caso de la capital colombiana, la cual registra el mayor número de contagios en el país, con 501.691, según cifras del Ministerio de Salud, razón que llevó a la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, a endurecer medidas y declarar la alerta roja para la ciudad y para el sistema hospitalario para garantizar disponibilidad y atención de pacientes en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI).
“Es duro iniciar el año tomando estas medidas, pero de todos depende que este segundo pico lo pasemos rápido. Nos enfrentamos a posibles fenómenos como la nueva cepa y por eso debemos extremar todas las medidas para protegernos”, puntualizó la alcaldesa.
El director de Epidemiología y Demografía del Ministerio de Salud, Julián Fernández Niño, aseguró sin embargo que "no existe en este momento ninguna evidencia científica de que la aceleración de la transmisión del COVID-19 en Colombia se pueda atribuir a la nueva cepa británica", versión que fue respaldada por el presidente Iván Duque.
En vísperas de un fin de semana festivo, López declaró restricción total de la movilidad desde el jueves 7 de enero a medianoche, hasta el martes 12 de enero a las 4 de la mañana. Posteriormente, habrá toque de queda nocturno entre el martes 12 de enero hasta el domingo 17 de enero entre las 8:00 de la noche y las 4:00 de la mañana.
Se mantienen además las medidas de cuarentena estricta que venían rigiendo en algunas localidades de la ciudad.
El presidente Duque también insistió el jueves en el cumplimiento los protocolos de bioseguridad y subrayó que deben evitarse las aglomeraciones en el fin de semana festivo.
“Quiero enviar un mensaje claro: no a las aglomeraciones y mucho menos dentro del hogar, ni con personas que están dentro de los grupos de mayor riesgo, ni mucho menos a los familiares que tienen preexistencias”, manifestó, a través de su programa diario de televisión ‘Prevención y Acción’.
En el mismo programa, el infectólogo Carlos Álvarez, coordinador nacional sobre estudios COVID-19 de la Organización Mundial de la Salud, aseguró que las festividades de Navidad y año nuevo reflejan el incremento en el mes de enero de casos positivos.
“Es evidente que en esta segunda ola de COVID-19 que enfrenta el país hay un aumento importante de contagios, algunos de ellos requieren hospitalización y otro porcentaje atención en Unidades de Cuidado Intensivo (UCI)”, afirmó Álvarez.
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Para la colombiana Diana Alonso "estas nuevas medidas son muy necesarias, frente a la falta de responsabilidad social que presenta nuestra ciudad".
"No sé qué más tenga que pasar para que creemos una consciencia de autocuidado", agrega esta entrenadora física que económicamente también ha vivido el impacto de la pandemia, pues lleva en poco tiempo cumple un año sin trabajo estable.
"Mi vida cambió completamente, mis actividades lúdicas, compartir en familia, mis proyectos y sueños parados, y la verdad con la impotencia de no poder volver a programarlos (...) No obstante, estoy muy agradecida con Dios por poder seguir con vida, por tener a mis viejos vivos, por tener comida y techo y sabiendo que otras personas la están pasando más mal que yo", le dijo Diana a la Voz de América.
En el caso de David Bejarano, un comerciante bogotano, la flexibilidad de las restricciones en la época de diciembre sirvió para que su negocio de ropa se recuperara. Ahora, que debe cerrar de nuevo su tienda, le contó a la Voz de América que "más allá de buscar negatividad con las nuevas restricciones", manifiesta que lo más importante "es buscar y emplear otras herramientas comerciales para seguir en busca de una buena activación económica para este primer semestre del año".
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Otras ciudades
El gobierno ordenó el miércoles toques de queda nocturnos en todas las ciudades del país, según la ocupación de las UCI de las clínicas y hospitales.
“Son nuevas medidas que estamos tomando a partir de la situación de afectación en las diferentes ciudades. Hemos tomado como parámetro el nivel de ocupación de cuidado intensivo, pasando por las ciudades que están en el 70 y 80 por ciento y aquellas que están por encima del 85 por ciento”, precisó el Ministro de Salud, Fernando Ruiz Gómez, al intervenir en el programa 'Prevención y Acción'.
Cada gobernador tiene la potestad de acoger las recomendaciones del gobierno nacional o modificarlas, según cada caso.
Medellín y Cali, la segunda y tercera ciudades más pobladas del país, también a anunciaron cuarentenas entre el jueves y el martes.
En la ciudad de Cúcuta, frontera con Venezuela, la ocupación de las UCI es del 91%, allí habrá toque de queda desde el 8 de enero a las 7 de la noche y terminará el 12, a las 5 de la mañana.
Colombia registra 1.737.347 contagios de coronavirus y 45.067 fallecimientos, según datos de la Universidad John Hopkins.
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