La crisis económica debido al impacto del coronavirus ha obligado a que las personas reduzcan el envío de dinero a sus países de origen, o que prioricen sobre las cantidades enviadas o en la manera en que este dinero se invierte en el país de destino.
Según el Banco Mundial, se prevé que para 2020 haya una reducción de casi un 20% en las remesas a causa de la pandemia y al confinamiento al que se ha sometido una buena parte del planeta.
Y considerando que los expertos aseguran que la crisis económica podría profundizarse y alargarse, es importante que todas las personas implementen buenos hábitos en el manejo de las finanzas.
Ese es el consejo de Carlos Cornejo, un asesor financiero que trabaja para el banco Wells Fargo en San Francisco, California.
Cornejo, confirmó a la Voz de América que muchas personas que usan el servicio bancario para enviar sus remesas han reducido las cantidades o la periodicidad con la que mandan, por lo que es importante visualizar cómo optimizar el dinero.
“Al banco están llegando menos personas para hacer envíos de remesas hacia sus países de origen y generalmente los que siguen llegando casi todos te dicen: "'Yo no puedo dejar de mandar remesas porque con esas remesas yo ayudo para que compren comida, para que paguen colegios de los niños, la luz, el agua'", explica Cornejo.
Agrega que, ante la reducción del flujo de dinero, también las personas están usando tarjetas de crédito para mandar remesas, pero que eso genera más intereses sobre la tarjeta y endeudará más al usuario.
Por eso, el asesor financiero aconseja que durante esta crisis, es bueno hacer unos ajustes para seguir ayudando a sus parientes, sin que esto les afecte a largo plazo.
Pagos en línea
Muchas de las remesas sirven para el pago de colegiaturas de estudio, pero si por el momento no cuenta con el efectivo para seguir pagando y usa una tarjeta para enviar el dinero, lo mejor es hacer el pago directo electrónicamente.
“Pida el número de cuenta de la escuela o colegio o de la Universidad, para que pague usted directamente la cuota de forma electrónica, de esa manera, gastará el monto exacto y podrá tener un mejor control de los gastos”, dijo Cornejo a la VOA.
Lo mismo se puede hacer con el pago de servicios como luz y agua.
“Obviamente quizás en algunos países no estén todas estas opciones de pago electrónico, pero en los que se pueda, hágalo”, aconseja el asesor.
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Comida y productos de primera necesidad
Las estrictas cuarentenas impuestas en varios países de la región han obligado a que las personas se resguarden en sus casas de forma obligada y que la circulación esté controlada, por lo que no pueden ir a los mercados a proveerse de comida con la facilidad de antes.
Pero muchos supermercados y pequeñas empresas están ofreciendo el servicio de compra en línea y entrega a domicilio.
“Hay países donde los supermercados venden por internet. Es más, en buena parte hay precios que son más bajos que los que dan en el almacén. Entonces usted puede hacer las compras por internet para que esa comida llegue a sus familiares o ellos lo puedan ir a traer al supermercado”, dice el asesor de origen salvadoreño.
Agrega que la ventaja de esto es que, en caso de reducción de efectivo, la persona se puede valer de sus tarjetas de crédito, sin embargo, sugiere siempre hacer uso discrecional de las mismas.
“Si ustedes tienen efectivo, utilicen efectivo, pero si no llegasen a tener efectivo porque hay menos trabajo, pero su familia tiene necesidad, es un recurso que puede ser utilizado”.
Cornejo aclara que las tarjetas no deberían usarse para mandar la remesa tradicional, sino para seguir ayudando a los seres queridos.
“No estamos hablando del concepto tradicional de un envío de remesa, estamos hablando de poder seguir ayudando a nuestras familias de una forma específica supliendo sus necesidades en estos tiempos difíciles”, aseguró el experto a la VOA.
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Posponer proyectos y ahorrar
Muchas personas envían dinero a sus países para realizar proyectos como la construcción de una casa, ahorrar en otras cuentas o inversiones. Cornejo aconseja que, por el momento, ponga pausa a esos proyectos.
“Mi consejo sería que guarde una parte de ese dinero, si es posible en otra cuenta, porque hay que ser previsores, esos proyectos no suelen ser vitales, como la comida o pago de otros servicios de salud, como ya mencionamos; pueden pausarse, por lo que sería mejor guardar y esperar un poco para ver cómo se desarrolla la crisis, que se regulen sus ingresos y para que no se descapitalice”, dijo el asesor.
Por último, y como consejo general, Cornejo sugiere que se maneje un presupuesto mensual, y si es por escrito, mejor. Eso permitirá saber con exactitud de cuánto son sus ingresos, y cómo los utilizará.