La relatora especial de las Naciones Unidas sobre Defensores de Derechos Humanos, Mary Lawlor, pidió este lunes que el asesinato en Brasil de Fernando dos Santos Araújo, testigo de la matanza de Pau D'Arco, en 2017, sea debidamente investigado y que los responsables sea llevados a la justicia.
“El hecho de que otro defensor de derechos humanos haya sido asesinado en el estado de Pará, incluso después de la masacre de Pau D´Arco en mayo de 2017, muestra un preocupante patrón de impunidad”, indicó Lawlor en un comunicado.
El texto señala que Santos Araújo, un activista en favor del derecho a la tierra, había informado a organizaciones de derechos humanos locales sobre recientes amenazas de muerte en su contra. Su abogado, José Vargas Sobrinho Junior, también ha sido amenazado por sus esfuerzos en el caso de Pau D´Arco.
También lea Expertos apuntan que la cuarentena por la pandemia redujo la violencia en El SalvadorAunque destaca que la investigación sobre lo ocurrido en Pau D´Arco ha progresado, indica que “la investigación sobre los responsables del crimen no se ha completado y los oficiales presuntamente involucrados en el crimen han sido reintegrados a sus funciones y permanecen activos”.
Lawlor igualmente expresó su preocupación por la falta de protección de Vargas y otras víctimas y testigos de esta masacre. “La debida investigación y protección de los defensores de DD.HH. quienes promueven y protegen los derechos de otros debería ser una prioridad para el gobierno”.
La organización Front Line Defenders explica que Santos Araújo era un sobreviviente y testigo de la masacre de Pau D’Arco, la mayor masacre de trabajadores rurales en Brasil desde 1996, señalan, ocurrida en mayo de 2017, donde murieron 10 trabajadores a manos de la policía.
El activista fue testigo en el caso contra 16 civiles y oficiales de policía militar por la masacre.