Rivera y Chuy son dos ciudades uruguayas separadas de Brasil solo por una calle. Esas dos ciudades son los puntos detectados de ingreso ilegal de inmigrantes, en particular cubanos.
La investigación sobre una presunta red de tráfico de personas alcanza a funcionarios de la Dirección Nacional de Migración.
Los cubanos salen de la isla caribeña rumbo a Guyana, donde tienen un visado libre y pueden permanecer siete días de manera legal.
Allí empieza una travesía que les implica cruzar varias fronteras según lo narró a Canal 10 de Montevideo uno de los cubanos (que no dio su nombre) y que pagó para que lo acercaran a Uruguay.
“Esa travesía de brincar fronteras la hace un coyote al que le pagamos 1.200 dólares por persona”, explicó el entrevistado.
Todo el recorrido, que incluye tramos por vía aérea y otros terrestre, implica no pasar por ninguna migración.
La operación involucra a taxistas, choferes de Uber y arrendadoras de autos que hacen el último tramo del recorrido para llegar a Uruguay.
El viaje se realiza sin garantías de ningún tipo.
“Yo no tuve problemas en el viaje pero riesgos siempre hay", contó .
Hace unos días una joven cubana se desmayó y luego se comprobó que hacía tres días que no comía, según supo La Voz de América que consultó a autoridades del Chuy.
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Debido a esta situación, varios funcionarios de la Dirección Nacional de Migración están siendo investigados a nivel interno y por la Fiscalía en relación en una presunta red de tráfico de personas en la frontera con Brasil.
La investigación administrativa está en curso desde marzo e involucra a varios funcionarios de la Dirección Nacional de Migración.
La denuncia la hizo un subcomisario que acusa a varios policías de recibir dinero a cambio de dejar pasar a cubanos que ingresan al país desde Brasil sin papeles, por la frontera del Chuy, Río Branco y Rivera.