Vacuna contra COVID-19 que producirán México y Argentina estaría lista en primer trimestre de 2021

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, durante una conferencia de prensa en el Palacio Nacional en la Ciudad de México, el 13 de agosto de 2020.

El magnate mexicano Carlos Slim financió la producción de la vacuna, dijo el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, al hacer el anuncio.

La eventual vacuna de AstraZeneca que producirán México y Argentina contra la COVID-19 podría estar disponible en el primer trimestre de 2021, aseguró este jueves el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador.

“Se están acortando los procesos (…), pero se está pensando tener ya resultados a finales en noviembre (…) y empezar la fabricación para disponer de la vacuna a partir del primer trimestre del año próximo”, dijo el mandatario en su habitual rueda de prensa.

El acuerdo de producción de la vacuna, que será financiada por la fundación del magnate mexicano Carlos Slim, fue anunciado el miércoles en Buenos Aires por el presidente argentino, Alberto Fernández.

Según el gobierno mexicano, el objetivo es garantizar el acceso de los países latinoamericanos a la vacuna, desarrollada por la alianza de la Universidad de Oxford con el laboratorio anglosueco AstraZeneca.

Brasil no está incluido porque tiene un acuerdo por separado.

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“El propósito no es el lucro, es garantizar que América Latina tenga acceso”, señaló el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, en la misma conferencia.

López Obrador subrayó que en México la cobertura será “universal y gratuita”

“Van a tener acceso todos los mexicanos a la vacuna. No debe haber preocupación de la gente más humilde”, sostuvo el gobernante izquierdista.

Silvia Varela, representante de AstraZeneca en México, explicó que una vez concluya la fase III de ensayos clínicos, las autoridades sanitarias de ambos países deberán autorizar el inicio de la producción.

“Durante el primer trimestre del año arrancamos el proceso de manufactura, donde la sustancia activa será hecha en Argentina, exportada a México para envasado (…), distribución en México y exportación al resto de los países”, indicó Varela.

También dijo que el costo de cada vacuna rondará los cuatro dólares, pero López Obrador sostuvo que el gobierno absorberá ese gasto para que llegue gratis a todos los mexicanos.

Previamente el mandatario mexicano había dicho que el país contaba con una reserva de hasta 100.000 millones de pesos (unos 4.500 millones de dólares) para comprar vacunas de COVID-19, pero el costo tan bajo permitirá que la erogación sea menor.

En Argentina, el laboratorio mAbxience será el responsable de la producción de la sustancia activa, en tanto el laboratorio mexicano Liomont completará el proceso de envasado.

México también sería el responsable de envasarla y distribuirla en toda la región con excepción de Brasil, que ya tiene un acuerdo propio con la misma farmacéutica firmado en junio.

México tiene acuerdos con otras firmas, como la francesa Sanofi, la estadounidense Janssen Pharmaceuticals y las chinas CanSino Biologics y Walvax Biotechnology, para participar en pruebas clínicas de una posible vacuna.

AstraZeneca cerró una serie de acuerdos similares en todo el mundo para distribuir la vacuna experimental contra el COVID-19, la cual ha tenido resultados prometedores en las primeras fases de pruebas.

Sus convenios incluyen a Estados Unidos, Gran Bretaña y la Unión Europea, así como con la Coalición para las Innovaciones en Preparación para Epidemias -una coalición público-privada con sede en Noruega-, y la Alianza de Vacunas GAVI, una asociación público-privada establecida en Ginebra.

La Organización Mundial de la Salud dijo que todas las posibles vacunas deben completar las fases de ensayo antes de ser distribuidas. Los expertos han advertido que si no cumplen con los protocolos pueden provocar un impacto negativo en la salud y crear una falsa sensación de seguridad o socavar la confianza en las vacunas.

Con casi 54.000 fallecidos, México es el tercer país más enlutado por el nuevo coronavirus después de Estados Unidos y Brasil. Además, registra casi 500.000 casos confirmados, sobre una población de 128,8 millones de habitantes.