El informe anual 2013 de Amnistía Internacional celebra los juicios contra militares de otras épocas, pero lamenta la creciente represión de la oposición, periodistas y activistas.
El informe anual 2013 de Amnistía Internacional dado a conocer este jueves en Londres, celebra los trascendentales procesamientos llevados a cabo en 2012 en países como Argentina, Brasil, Chile, Guatemala y Uruguay en la búsqueda de justicia por los abusos cometidos durante los gobiernos militares de épocas anteriores, pero lamenta la creciente represión contra periodistas independientes, líderes de la oposición y activistas de derechos humanos en Cuba, así como la salida de Venezuela de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
El informe también menciona que en Haití, “los procedimientos judiciales contra el ex presidente Jean-Claude Duvalier permanecían estancados”, mientras en Estados Unidos “apenas se avanzó en hacer rendir cuentas a los responsables de abusos cometidos en el marco del programa de detenciones secretas de la CIA durante el gobierno de George W. Bush”.
Sin embargo, el reporte recone que los derechos de los pueblos indígenas recibieron un impulso gracias a las resoluciones judiciales como la de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que dictó una sentencia histórica en favor del pueblo kichwa de Sarayaku y declaró a Ecuador culpable de violar sus derechos.
A nivel mundial, el informe denuncia la vulneración de los derechos de millones de personas que han huido del conflicto y la persecución o que han emigrado en busca de trabajo y una vida mejor para ellas y sus familias.
“Los gobiernos de todo el mundo muestran más interés en proteger sus fronteras nacionales que en salvaguardar los derechos de sus ciudadanos o de quienes buscan refugio u oportunidades dentro de esas fronteras”, dice el informe, que acusa de que “al no abordarse eficazmente las situaciones de conflicto, se está creando una clase de segunda categoría de carácter global”.
El informe también menciona que en Haití, “los procedimientos judiciales contra el ex presidente Jean-Claude Duvalier permanecían estancados”, mientras en Estados Unidos “apenas se avanzó en hacer rendir cuentas a los responsables de abusos cometidos en el marco del programa de detenciones secretas de la CIA durante el gobierno de George W. Bush”.
Sin embargo, el reporte recone que los derechos de los pueblos indígenas recibieron un impulso gracias a las resoluciones judiciales como la de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que dictó una sentencia histórica en favor del pueblo kichwa de Sarayaku y declaró a Ecuador culpable de violar sus derechos.
A nivel mundial, el informe denuncia la vulneración de los derechos de millones de personas que han huido del conflicto y la persecución o que han emigrado en busca de trabajo y una vida mejor para ellas y sus familias.
“Los gobiernos de todo el mundo muestran más interés en proteger sus fronteras nacionales que en salvaguardar los derechos de sus ciudadanos o de quienes buscan refugio u oportunidades dentro de esas fronteras”, dice el informe, que acusa de que “al no abordarse eficazmente las situaciones de conflicto, se está creando una clase de segunda categoría de carácter global”.