Amnistía Internacional advierte un mundo más “agresivo y peligroso”

El reporte anual de Amnistía Internacional fue presentado en Francia por el secretario general de la organización, Salil Shetty.

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Amnistía Internacional denuncia tendencia a demonizar

Amnistía Internacional (AI) presentó su reporte anual 2016-2017 en el que advierte la creación de un mundo más “agresivo y peligroso” en gran parte por el discurso divisorio de los políticos.

El reporte sobre el estado de los derechos humanos en el mundo denominado "Política de demonización alimenta la división y el miedo", realiza un análisis de 159 países, entre los que se encuentran Venezuela, Ecuador y Cuba.

Según Amnistía Internacional, los políticos que promueven el tóxico y deshumanizador “Nosotros vs. Ellos”, crean un discurso de odio y miedo en el mundo a niveles nunca antes visto desde 1930, indicó el secretario general de la organización, Salil Shetty.

El reporte cita como ejemplo de este tipo de discurso de odio al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de quien dice utilizó una “retórica de campaña venenosa”.

Amnistía Internacional también advirtió que este año 2017 se prevé que aumente la crisis por una debilitada ausencia de liderazgo en derechos humanos en el escenario de un mundo caótico.

Según el reporte en 2016, los gobierno se fueron contra los refugiados y los migrantes, a menudo un blanco fácil para chivos expiatorios.

El reporte documenta cómo al menos 36 países violaron las leyes internacionales enviando a los refugiados de regreso a sus países, donde sus derechos estuvieron en riesgo.

En el reporte se documentan crímenes de guerra cometidos en al menos 23 países en el periodo de tiempo analizado y denuncia una serie de violaciones a los derechos humanos en países de Asia, Medio Oriente, Europa y América Latina.

En Venezuela

Según Amnistía Internacional, los presos políticos, las detenciones arbitrarias de quienes se oponen al régimen, la impunidad, así como la crisis política y económica fueron los protagonistas de la vida en Venezuela.

En su informe anual 2016, AI denuncia que continuaron los encarcelamientos de antichavistas en Venezuela y recuerda la ratificación de la condena de 14 años del líder opositor Leopoldo López.

En esta foto la gente se sienta en una pared cubierta por una bandera venezolana durante una protesta contra el presidente Nicolás Maduro en Caracas, Venezuela.

Amnistía aclara que al concluir 2016 no se habían aplicado las decisiones del Grupo de Trabajo de la ONU sobre Detención Arbitraria, entre ellas las referidas al alcalde metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma, y el exregidor municipal de San Cristóbal Daniel Ceballos.

El informe destaca la alta tasa de impunidad en el país y los ataques e intimidación a los defensores de derechos humanos y a los medios de comunicación que critican al gobierno venezolano.

En Ecuador:

Amnistía Internacional alerta en su informe anual que en Ecuador, criticar al gobierno representa llegar a ser acosado e intimidado.

Asimismo, denuncia las restricciones a la libertad de expresión y de asociación en el país andino, así como la persecución de activistas indígenas que defienden la protección del medio ambiente en sus comunidades, convirtiéndose en la piedra en el camino de los grandes proyectos de desarrollo que impactan negativamente sus hábitats.

De igual manera, Amnistía Internacional recomendó incrementar los esfuerzos para acabar con la discriminación contra lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersexuales (LGBTI), y abordar la violencia contra las mujeres y la violencia sexual en las escuelas.

En Cuba

En cuanto a la situación en Cuba, Amnistía Internacional señala que pese a la apertura política y económica entre el gobierno de EE.UU. y la isla se mantiene el “"hostigamiento"y la “persecución” a los disidentes cubanos.

Amnistía Internacional constató que en Cuba persistieron en 2016 la retórica de la guerra fría, el control político del sistema judicial, las restricciones a Internet -sólo el 25 % de los cubanos podía conectarse- y a la libertad de expresión y el acoso a las personas críticas con el Gobierno.

Estas fueron "sometidas de forma habitual a arrestos arbitrarios y breves periodos de detención por ejercer su derecho a la libertad de expresión, asociación, reunión y circulación", dijo la organización.