Cómo llegar al lugar fue, en principio, el mayor reto previo a nuestro arribo a Israel. Un vuelo cancelado y la posibilidad de acceder a través de Jordania destrabó el primer obstáculo. Los días siguientes mostraron que eso era apenas un detalle en relación con lo que llegó después.
Crucé a Israel por el norte, donde recibí una visa por ser ciudadana estadounidense, una semana después del ataque de Hamás a Israel, ocurrido el 7 de octubre. La entrada a Israel no fue complicada, solamente medió una interacción con el funcionario que me recibió: "Como periodista, diga la verdad de lo que está sucediendo".
Esto fue el primer recordatorio de la tensión que se vive en el país tras el ataque de Hamás y la contraofensiva de Israel.
Jerusalén
Después de dos horas de viaje llegamos a Jerusalén. Una vez allí caminé hasta la puerta de Damasco, que es la entrada para la Ciudad Vieja, donde conviven los cristianos, los judíos y los árabes. Un día antes, había habido un enfrentamiento, en la medida en que crecían las tensiones.
Más policías que turistas y forasteros es lo que encontré en Jerusalén a mi llegada.
Para el sábado 14 de octubre, una semana después del ataque sorpresivo de Hamás a Israel, las calles de Sderot ya estaban vacías. Allí recorrimos zonas residenciales que habían sido evacuadas.
En el Santo Sepulcro un domingo distinto
El domingo en la Ciudad Vieja vimos la reducción de la afluencia de turistas y el sentimiento y el temor de palestinos que llevan años trabajando allí y también el deseo de todos de que las cosas puedan mejorar. Para muchos de los comerciantes, esta guerra tiene una consecuencia económica directa en sus bolsillos, dado que viven del turismo.
Tanto palestinos como cristianos están muy preocupados por lo que pueda suceder y lo expresan a cada paso.
Mivka’im
En la medida en que transcurren los días, somos testigos de que Israel está cada vez más cerca de llevar a cabo una incursión por tierra a Gaza.
Ya para el lunes 16 de octubre continuaron los bombardeos en vecindarios de Gaza identificados por Israel como centros de operación de Hamás. Al mismo tiempo creció la preocupación de la ONU sobre las garantías humanitaria para la población civil en Gaza.
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Mientras se suceden las noticias en la Franja de Gaza, somos testigos de cómo se ve el escudo de hierro de Israel en acción. Este es el momento en que fueron lanzados misiles desde Gaza sobre las ciudades de Sderot y Mash’en. El escudo o domo de hierro es considerado uno de los mejores sistemas de defensa aérea en el mundo que es capaz de proteger de los ataques de misiles.
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Sderot
Un poco antes, el sábado 14, habíamos pasado por Sderot, muy cerca de la frontera con Gaza, cuando ya había sido destruida una estación de policías. Ese fue el primer día que usé chaleco de seguridad y casco. Hasta ese momento no había yo escuchado ninguna alarma. Al estacionar, nos preguntaron por nuestras tarjetas de prensa y había un punto de entrada donde estaban los militares.
Todo parecía bien, el día era soleado y la temperatura agradable. Estaba custodiado y veníamos con el antecedente de que el día anterior, el viernes, cayó un misil que había roto el escudo de hierro desde Gaza, destruyendo la estación de policías.
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Yo estaba lista para colocarme el chaleco y el casco cuando sonó la alarma y una voz en hebreo dijo: "Alerta roja". Alcancé a grabar con mi teléfono cómo se interferían los disparos de cohetes, por los menos seis de ellos fueron derribados por el escudo de hierro.
Fueron segundos de mucha intensidad, ni siquiera alcancé a ponerme el casco, pero fue la evidencia de cómo se vive cada segundo allí. Todo puede cambiar de un momento a otro, pero a pesar de eso, hubo residentes que nos dijeron que se querían quedar. Muchos tenían a flor de piel los sentimientos por los hechos recientes, con cientos de muertos y desaparecidos desde el 7 de octubre.
En general el día fue intenso. Nos llamó la atención la cantidad de moscas en el lugar y el olor por la descomposición de los cuerpos.
El sonido de la alarma y un refugio detrás de las barreras de cemento
Kibutz Bee’ri: desesperación y explosiones por todos lados
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La salida de Israel
Por ahora, el conflicto de Hamás e Israel sigue escalando y la preocupación de que se expanda por Medio Oriente, es cada vez más latente. Este lunes, Israel volvió a bombardear Gaza desde el aire, mientras sus soldados luchaban contra militantes de Hamás sobre el terreno en incursiones dentro del asediado enclave palestino. De acuerdo con el Ministerio de Sanidad de Gaza, 436 personas habían muerto por ataques aéreos israelíes en las últimas 24 horas, la mayoría de ellas en el sur de la estrecha y densamente poblada Franja de Gaza.
Como indicios de que el conflicto se estaba extendiendo, la aviación israelí también atacó el sur del Líbano durante la noche y las tropas israelíes lucharon contra palestinos en la Cisjordania ocupada, de acuerdo con residentes entrevistados por Reuters.
Al menos 5.087 palestinos han muerto en dos semanas de ataques israelíes, entre ellos 2.055 niños, informó el Ministerio de Sanidad del enclave. El ataque de Hamás el 7 de octubre mató a 1.400 personas y hay unos 210 rehenes en manos de Hamás.
[Edición: Rosa Tania Valdés]