Apuntes para interpretar el curso de la invasión de Rusia en Ucrania durante el 2024

ARCHIVO - Soldados ucranianos caminan por la carretera no lejos de la ciudad ucraniana de Bajmut, ocupada por Rusia, en la región de Donetsk, el 13 de diciembre de 2023, en medio de la invasión rusa de Ucrania.

La incertidumbre sobre el curso de la invasión de Rusia en Ucrania parece ser uno de los elementos principales para entender en conflicto durante el año 2024.

En febrero de 2022, Rusia inició su ofensiva masiva contra Ucrania, esperaba una rápida victoria. Sin embargo, en lugar de cumplir sus expectativas, colisionó con la resistencia de los ucranianos que hicieron filas para defender su país en el ejército. Esto generó el respaldo de Occidente y múltiples países de inmediato.

Sin embargo, mientras la invasión entra en su segundo año en 2024, el panorama ha cambiado. La guerra parece estancada en batallas sangrientas de trincheras y ataques aéreos, que han cobrado la vida o herido a miles de soldados en ambos bandos.

El fervor que llevó a muchos ucranianos al campo de batalla se va desvaneciendo ante la dureza de la guerra. La asistencia de Occidente tampoco es la misma del inicio, incluso otros aliados parecen cuestionarse la extensión y los costos del conflicto.

Ucrania se enfrenta a un grave desafío para mantener su capacidad militar frente a un enemigo más numeroso y decidido a aumentar sus filas, sin importar el precio. Rusia, superior en poderío económico, comenzó a presionar desde los primeros días del año 2024.

Según varios analistas, la guerra podría prolongarse hasta que uno de los dos bandos se quede sin recursos: Ucrania necesita el apoyo constante de Occidente y Rusia depende en gran medida de los ingresos del petróleo y el gas.

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Las arcas de Ucrania ya son un motivo de preocupación, especialmente cuando las ayudas de Occidente continúan estancadas entre discusiones políticas. La incertidumbre sobre el nivel de asistencia militar de Estados Unidos podría definir los caminos de Kiev durante el segundo año de guerra.

Una de las principales fuentes de tensión en este conflicto se ubica Washington, donde los republicanos se resisten a aprobar la petición cada vez más apremiante del presidente Joe Biden de destinar miles de millones de dólares para Ucrania.

El reciente financiamiento otorgado por Washington, proporciona un recurso provisional, pero no brinda claridad a largo plazo sobre cómo ayudar a Ucrania a resolver su escasez de municiones y su planificación militar este año.

Una posible solución en las negociaciones prolongadas en Washington podría facilitar el respaldo republicano del Senado al plan de 110.000 millones de dólares de Biden para Ucrania, Israel y otras prioridades de seguridad de Estados Unidos.

Para avanzar con el paquete de ayuda a Ucrania, los senadores buscan consensuar una propuesta de seguridad fronteriza que cuente con el respaldo de ambos partidos. Sin embargo, al volver a Washington esta semana, se enfrentan con las demandas de algunos representantes conservadores que quieren imponer sus propias condiciones en el tema migratorio.

Las batallas políticas también han paralizado la ayuda de otros países que respaldan a Kiev. En Bruselas, el primer ministro húngaro, Viktor Orban, ha bloqueado un plan propuesto de 50.000 millones de euros (55.000 millones de dólares) en nueva asistencia para Ucrania por parte de la Unión Europea.

En esta fotografía proporcionada por el Servicio de Emergencia de Ucrania, los rescatistas ayudan a una persona herida después de que una casa que fuera destruida por un ataque con misiles rusos, en Novomoskovsk, cerca de Kryvyi Rih, Ucrania, el lunes 8 de enero de 2024.

Según el periódico Financial Times, el bloque tiene un plan de respaldo por valor de hasta 20 mil millones de euros (22 mil millones de dólares) para Ucrania, utilizando una estructura de deuda que elude a Orban en caso de que se niegue a retirar su veto en una cumbre de la UE prevista para febrero.

En otro sentido, muchos cuestionan la indulgencia en las sanciones impuestas por la UE a Rusia hasta el momento. Lo cual no ha restringido lo suficiente el flujo económico al gobierno de Vladimir Putin que ha logrado sortear muchas de estas sanciones.

Por ejemplo, el Grupo de los Siete principales países industriales acordó a finales del año pasado mantener el precio del petróleo en 60 dólares por barril. Sin embargo, la Unión Europea sospecha que Rusia está obteniendo más beneficios al aumentar otros costos (como los de seguros y fletes) que no están sujetos al límite.

También resulta vital para Ucrania el aumento de sus fuerzas en el campo de batalla. En una rueda de prensa a finales de diciembre, Volodymyr Zelenskyy dijo que los líderes militares de Ucrania le propusieron un plan para movilizar hasta 500.000 soldados más para la batalla contra Rusia, que se calcula costará unos 13.000 millones de dólares. "Me gustaría saber de dónde saldrá el dinero", dijo el presidente ucraniano.

Ucrania enfrenta una grave escasez de soldados para defenderse de la agresión rusa, que supera ampliamente su población y sigue enviando combatientes a la frontera, incluso convictos, sin importarle las bajas.

Para solucionar esta situación, el gobierno de Kiev ha planteado bajar la edad máxima para el reclutamiento y endurecer las sanciones a los que evitan el servicio militar. Sin embargo, estas medidas son impopulares y controvertidas, y los políticos prefieren dejar la decisión en manos de los militares, según analistas y legisladores.

El proyecto de ley sobre movilización presentado por el gobierno ucraniano al parlamento a finales de diciembre, ocasionó el rechazo de varios diputados opositores. Por su carácter polémico, la nueva propuesta ha sido motivo de fricciones entre el poder ejecutivo y el militar.

El proyecto de ley para movilizar a los ciudadanos se presentó con el apoyo del Primer Ministro Denys Shmyhal y del Ministro de Defensa Rustem Umerov, pero no con el del Presidente Volodymyr Zelenskyy. Algunos especialistas interpretaron esto como una muestra de que el presidente quería proteger su popularidad de posibles consecuencias.

El jefe del Estado Mayor, Valery Zaluzhny, afirmó que el Estado Mayor colaboró con el Ministerio de Defensa en el borrador de la ley, pero la versión definitiva fue responsabilidad del gobierno, ya que los militares no tienen capacidad legislativa.

En cuanto a la disposición de armamento, los sistemas de defensa aérea de Ucrania se enfrentan a una gran presión por los numerosos tipos de misiles que Rusia ha utilizado recientemente para intentar sobrepasar las defensas y atacar las posiciones de los soldados ucranianos a lo largo de la línea del frente de unos 1.500 kilómetros. Según Kiev, entre el 29 de diciembre y el 2 de enero se lanzaron más de 500 drones y misiles.

Ucrania cuenta con armas soviéticas y otras más modernas suministradas por sus aliados occidentales.

Aunque el país quiere desarrollar su propia industria armamentística, las fábricas que podrían hacerlo son algunos de los objetivos atacados por Rusia últimamente.

Ucrania afirmó el martes que los recursos de defensa aérea del país se están agotando debido a los frecuentes ataques con drones y misiles de Rusia. El portavoz de la Fuerza Aérea, Yurii Ihnat dijo a la televisión nacional que Ucrania necesita más armas para hacer frente al aumento de las capacidades de ataque aéreo de Rusia

Ihnat declaró que Ucrania depende totalmente del suministro de misiles guiados de defensa aérea, tanto los soviéticos como los occidentales.

Por su parte, el ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, afirmó que el aumento del poder de fuego de Ucrania no alteraría la situación en la línea de contacto y solo prolongaría la guerra.

Los expertos afirman que Rusia ha aumentado su fabricación de drones y misiles, y ha comenzado a emplear misiles de alcance corto proporcionados por Corea del Norte.

El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, expresó el 7 de enero su necesidad urgente de contar con sistemas de defensa aérea para proteger tanto a la población civil como a las tropas en el frente. Así lo manifestó en una conferencia de defensa organizada por Suecia.

Los sistemas Patriot de Estados Unidos brindan a Ucrania una protección eficaz frente a los ataques aéreos rusos, pero son muy caros: cada misil cuesta hasta 4 millones de dólares y cada lanzador alrededor de 10 millones de dólares, según los analistas.

Según el Instituto para el Estudio de la Guerra, "el suministro occidental continuo y creciente de sistemas de defensa aérea y misiles a Ucrania es crucial mientras las fuerzas rusas siguen experimentando con nuevas formas de penetrar las defensas aéreas ucranianas".

[Con información de RFE/RL, Reuters y The Associated Press]

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