Integrantes de una organización social se concentraron este martes frente a la residencia del presidente argentino Javier Milei en reclamo de más ayuda estatal y tienen previsto pernoctar allí para sumarse a la huelga convocada por sindicatos y fuerzas políticas en contra del ajuste económico y las reformas que impulsa el gobierno.
Las decenas de manifestantes que se agruparon en las inmediaciones de la residencia presidencial de Olivos, en las afueras de Buenos Aires, reclaman más alimentos, herramientas e infraestructura para los comedores que dirigen en barrios carenciados donde atienden un creciente flujo de familias sin recursos que acuden diariamente a alimentarse.
“Hay un reclamo único que es la falta de comida y la angustia, porque son muchas familias que se vuelcan a buscar comida en esos espacios de cuidado comunitario y sin articulación con el gobierno nacional es imposible, nosotras no tenemos herramientas suficientes o estructura”, dijo a AP Norma Morales, una de las mujeres participantes en la protesta.
También lea Gobierno argentino descontará el día a empleados estatales que se sumen al paro del 24 de eneroMilei, un economista ultraliberal que asumió la presidencia el 10 de diciembre, impulsa una reducción drástica del déficit fiscal, al que responsabiliza mayormente de la inflación del 211 % anual, con una batería de medidas de ajuste que ha puesto en pie de guerra a sindicatos, partidos de izquierda y sectores populares.
Somos Barrios de Pie, un movimiento alineado con el peronismo opositor, y otras organizaciones sociales sostienen que cada vez más personas sufren "una situación de emergencia alimentaria” en medio de la disparada de los precios de los alimentos y la falta de trabajo formal.
Morales dijo que hace dos meses las responsables de uno de los comedores barriales situado en el sur de Buenos Aires alimentaba a 150 familias “y ahora es el doble”.
“La garrafa de gas (para cocinar) costaba hace un mes y medio 4.500 pesos (5,34 dólares) y hoy está a 14.000 pesos (16,64 dólares); es imposible, nosotras solas no lo podemos hacer”, se lamentó la mujer.
Por esa carencia, explicó Morales, en lugar de ofrecer platos de comida caliente de lunes a viernes los comedores lo hacen tres veces a la semana. “Y no da lo mismo, no podemos permitir eso para los adultos mayores", sostuvo.
La mujer estaba acompañada por otras activistas con delantales que portaban enormes ollas en las que estaban pegados carteles que decían “No al ajuste en las mesas”. Otras manifestantes llevaban en sus manos cartones que rezaban “Las ollas están vacías”.
Las manifestantes planean acampar por la noche en las inmediaciones de la residencia presidencial y sumarse el miércoles a la huelga y movilización convocadas por la Confederación General del Trabajo que tendrá el apoyo de otras centrales sindicales y del peronismo.
El paro es en rechazo a un decreto presidencial publicado en diciembre que contempla la derogación o modificación de más de 300 leyes para desregular una economía fuertemente intervenida por el Estado y también en contra de un proyecto de ley que en la actualidad es debatido en comisiones legislativas que incluye la reducción de gastos y reformas en el ámbito político, social y fiscal, entre otros.
Todas las iniciativas, que en gran parte son apoyadas por sectores empresariales, buscan, según ha afirmado el mandatario, combatir la inflación y reducir así la pobreza que afecta a más de 40 % de la población y sentar las bases para lograr la estabilidad y el crecimiento económico.
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