El presidente de Argentina, Alberto Fernández, dijo que no levantará la cuarentena obligatoria por la pandemia de COVID-19, pero que es posible que flexibilice las medidas luego de las pascuas.
La emergencia continúa, dijo el mandatario, porque hay 53 muertos, más de 1.600 infectados y unos 400 recuperados.
El gobierno intenta reforzar el pago de planes sociales y la asistencia alimentaria para los sectores más pobres de distintas regiones del país y los grupos de trabajadores independientes, que no pueden desarrollar sus tareas por la cuarentena obligatoria dispuesta por el presidente Fernández hasta el 12 de abril.
El ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, cuestionado por el pago de alimentos con sobreprecios, por encima de los valores del mercado a los proveedores del Estado, se justificó diciendo que es una situación de emergencia.
"Acá el punto clave es aumentar, apoyar mucho las necesidades alimentarias, porque pasamos de 8 millones de personas a 10 millones en Argentina, porque más allá de la pandemia, ha aumentado el precio de los alimentos y las deudas de las familias. Hoy las familias no están en cero, están en menos 10", dijo Arroyo.
En tanto, el ministro de Salud, Gines González García, señaló que el haber tomado medidas sanitarias antes del primer caso, fue fundamental para evitar la expansión del coronavirus.
"Si yo tuviera que resumir este problema diría que el mundo reaccionó muy tarde en general. Argentina empezó a tomar medidas antes que otros países desde el mes de enero. Eso significa, no diría que lo tengamo controlado, porque eso es difícil y es día a día, pero hoy tenemos un número de casos bajos, que crece muy de a poco, como planificamos. Y que hoy en el mundo se habla del modelo argentino", señaló González García.
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