El gobierno argentino negó el jueves alguna responsabilidad en la fuga de una exministra ecuatoriana condenada por corrupción de su embajada en Quito y consideró que el caso no afecta las relaciones “de hermandad” entre ambos países.
“¿Cómo le van a favorecer el traslado? ¡Por favor!”, respondió la portavoz de la presidencia argentina, Gabriela Cerruti, al ser consultada sobre la ex alta funcionaria ecuatoriana María Ángeles Duarte, quien el último viernes abandonó la residencia del embajador argentino, en la que se había asilado en 2020, y viajó a Venezuela.
“El gobierno argentino no tiene que ver con las cuestiones de seguridad en Ecuador, cómo haya sucedido es algo que nos excede”, apuntó la funcionaria argentina.
Ecuador, a través de su canciller Juan Carlos Holguín, expresó que hubo “complicidad” de la representación diplomática argentina en la huida de Duarte y declaró persona no grata al embajador Gabriel Fuks. Buenos Aires, a su vez, respondió con un pedido para que el diplomático ecuatoriano Xavier Monge abandone Argentina.
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“Las relaciones con Ecuador no están sufriendo ningún tipo de conflicto”, sostuvo Cerruti pese a la tensión entre ambas naciones sudamericanas. “Esta situación es puntual y no tiene que ver con las relaciones entre los dos países, que todos sabemos, son relaciones de cercanía y hermandad”.
Duarte ingresó a la residencia del embajador argentino en agosto de 2020 para evitar cumplir una sentencia de ocho años de prisión tras ser condenada por formar parte de una organización que, según los investigadores, cobró sobornos por unos 7,3 millones de dólares a contratistas de obras públicas. Entró a esa residencia acompañada de un hijo menor de edad, cuyo padre es argentino. Fue acogida por razones humanitarias, según se informó en ese momento.
Argentina informó en diciembre que le concedió el asilo por razones humanitarias y que esperaba recibir del gobierno ecuatoriano un salvoconducto para que la exministra se desplazara al aeropuerto, lo que neutralizaba la orden de captura que pesaba sobre ella. Pero eso no ocurrió y se mantuvo en la residencia del embajador, en el norte de Quito.
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Cerruti explicó que “el tema ya había llevado un tiempo sin resolución. La cancillería argentina había actuado ante organismos internacionales como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, le había pedido al gobierno de Ecuador que se resolviera esta situación”.
La cancillería argentina informó el martes en un comunicado que Duarte se había presentado ante su embajada en Caracas. Detalló que realizó averiguaciones sobre trámites de documentación argentina, pero aclaró que la exfuncionaria manifestó que no tiene intenciones de viajar a Argentina “en el corto plazo”.
“Es un tema de discusión con la querida nación ecuatoriana que ojalá pase rápidamente y podamos encontrar una solución”, concluyó la portavoz Cerruti.
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