El portavoz del departamento de estado, Mark Toner, inisistió en señalar a la medida de Argentina como "un acontecimiento negativo".
La diferencia en el valor que la petrolera española Repsol reclama por su filial argentina, Repsol-YPF y lo que el gobierno de la presidenta Cristina Fernández ofrecería y el legislativo argentino estaría considerando como opción, se ha integrado a la discusión tras la aplicación de la medida de expropiación.
Sin embargo, siguen surgiendo repercusiones. Este miércoles 18 de abril de 2012, el portavoz del departamento de Estado, Mark Toner, afirmó que Estados Unidos está "muy preocupado" por la decisión del gobierno de Argentina de expropiar 51% de la petrolera YPF, filial de la española Repsol.
"Francamente, mientras más analizamos esto, más lo vemos como un acontecimiento negativo", dijo en rueda de prensa Toner sobre la expropiación, un aspecto que ya la secretaria de Estado, Hillary Clinton, había señalado que Buenos Aires tendría que justificar.
A la vez Toner sostuvo que "este tipo de acciones contra los inversores estranjeros en última instancia tiene un efecto adverso sobre la economía argentina y podría en el futuro afectar a todo el clima de inversiones" en el país.
Según Toner, la decisión de Argentina "crea un clima de inversión muy negativo" y señaló que "urgimos a Argentina a normalizar sus relaciones con la comunidad internacional financiera y de inversiones".
Debate en el Senado
El plenario del Senado de Argentina recibió en audiencia a los interventores designados, el Ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, y el viceministro de Economía, Axel Kicillof, quien afirmaron que "no pagaran a REPSOL lo que ellos quieran".
En tal sentido, un aspecto central del debate en el ambiente político argentino es cuál es el valor real de YPF.
El presidente de la petrolera española, Antonio Brufau, calificó la decisión del gobierno argentino de ilícita y dijo en una rueda de prensa realizada en España que Repsol va a reclamar una valoración “de $18.000 millones de dólares”, a la vez que explicó que la empresa tiene un 57,43% de YPF.
Sin embargo, el gobierno argentino aclaró que no pagará dicho monto. El viceministro de Economía, Axel Kicillof, dijo que "Argentina no va a pagarle a Repsol como indemnización lo que ellos quieran” a la vez que aseguró que YPF tiene una deuda de $9 mil millones de dólares. "La valuación de YPF será en base a datos objetivos no a especulaciones bursátiles", dijo Kicillof.
Mientras los reclamos para que Argentina respete los acuerdos internacionales de inversión se multiplican y a la lista se sumaron la secretaria de Estado, Hillary Clinton, el presidente de México, Felipe Calderón, el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, y el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, todavía la discusión sigue sobre los elementos que desencadenaron la decisión de Argentina.
La explicación general del gobierno argentino está relacionada con la llamada desinversión por parte de Repsol. Sin embargo, muchos analistas ponen el acento en la oportunidad de inversión, tras un ejercicio que realizó Repsol actuando como intermediario para el ingreso de empresa china a una operación que disponía en Brasil.
Según los expertos en el tema, el gobierno argentino habría querido evitar que Repsol hiciera lo mismo con el yacimiento que la compañía española descubrió en “Vaca Muerta”, ya que se entiende que el gobierno podía salir a buscar inversores sin tener a la compañía española en el medio. Incluso esta semana medios chinos informaron que la petrolera china Sinopec estaba negociando con Repsol la participación en el emprendimiento.
Vaca Muerta
En tal sentido, el propio presidente, Antonio Brufau fue quien insinuó que el gobierno argentino había modificado su actitud tras conocer el fuerte potencial Vaca Muerta.
Según estima el ejecutivo español, el descubrimiento del gigantesco yacimiento de hidrocarburos no convencionales por parte de Repsol-YPF, es la causa de la medida y no la llamada “desinversión”. El tema era clave para Repsol, ya que YPF representaba casi la mitad de sus ingresos.
"¿El descubrimiento que hizo Repsol YPF en Vaca Muerta no es el desencadenante de todo esto, no es el desencadenante del expolio?," se preguntó Brufau.
Según Repsol, “Vaca Muerta” podría disponer de unos 22.807 millones de barriles equivalentes de petróleo y su explotación duplicaría la producción de hidrocarburos de argentina. De todos modos, Brufau dijo que los chinos “son serios” y no estarían interesados en entrar “por una puerta falsa. Aquí hay un pleito”, afirmó.
En el mercado el valor actual de YPF se ubica en la actualidad en unos $10.400 millones de dólares, informa Reuters, luego de que las acciones de la firma perdieran cerca de un tercio de su valor.
Según Repsol, la caída de la cotiazación se debe a la constante presión del gobierno de Argentina, que era parte interesada y operó para que las acciones bajaran generando temor de una expropiación que finalmente concretó.
Sin embargo Kicillof dijo que "estamos en condiciones de decir que los números de los que estaban hablando los propios directivos de manera muy imprudente o ex directivos, acerca del valor de la compañía, van a ser revisados” y agregó que van a revisar “la información secreta que la propia empresa manejaba".
A la vez, el ministro De Vido, confirmó que ya disponen de ofertas de empresas del exterior y que "los españoles deben pagar sus culpas".
Responsabilidad del gobierno
Otro elemento que se ha incorporado al debate en Argentina es la responsabilidad del gobierno de la presidenta Cristina Fernández en la crisis del sector energético. El Senador de la Unión Cívica Radical (UCR), Gerardo Morales, afirmó que "es hora de determinar responsabilidades", según informa Juan Ignacio González Prieto de la Voz de América desde Buenos Aires.
El legislador dijo que “el gobierno de España tiene que revisar lo que hacen sus empresas en el exterior, particularmente Repsol”. Por su parte, el sistema político argentino asumirá “nuestra responsabilidad. Nosotros creemos que el gobierno nacional ha tenido una gran responsabilidad en el vaciamiento de YPF y en la falta de política de hidrocarburos".
A la vez, la senadora del Peronismo Federal, Sonia Escudero, reclamó una explicación de "porque se protegió a los inversionistas como el Grupo Petersem”, un grupo australiano-argentino que dispone del 25,46 % de las acciones.
El dictamen y el debate en el Congreso será la próxima semana, donde el gobierno cuenta con mayoría tanto en diputados como en senadores.
Argentina sin acceso al mercado
Desde que Argentina ingresó en cesación de pagos (default) de su deuda en el 2001, lo que la dejo fuera del mercado internacional de crédito, los costos de abastecimiento de energía han ido deteriorando el superávit comercial, que es una de sus pocas fuentes de divisas para compras en el exterior.
Este es uno de los elementos señalados por los críticos como una de las claves que llevaron a la expropiación de YPF, la búsqueda de conseguir una nueva fuente de fondos frescos, aún a riesgo de afectar su ya debilitada imagen internacional. Como destaca Reuters, Argentina ya tiene cientos de millones de dólares pendientes de pago por fallos contrarios en tribunales arbitrales internacionales.
Las declaraciones del ministro De Vido anunciando que ya hay interesados en YPF han puesto más énfasis en distanciar el discurso sobre la intención de la presidenta Cristina Fernández de retornar YPF a los argentinos, de la realidad de una compañía que todavía tiene inversionistas privados y cuyas operaciones podrían volver a ser negociadas, y un elemento central en todo el debate que es la necesidad de autoabastecimiento.
Sin embargo, siguen surgiendo repercusiones. Este miércoles 18 de abril de 2012, el portavoz del departamento de Estado, Mark Toner, afirmó que Estados Unidos está "muy preocupado" por la decisión del gobierno de Argentina de expropiar 51% de la petrolera YPF, filial de la española Repsol.
"Francamente, mientras más analizamos esto, más lo vemos como un acontecimiento negativo", dijo en rueda de prensa Toner sobre la expropiación, un aspecto que ya la secretaria de Estado, Hillary Clinton, había señalado que Buenos Aires tendría que justificar.
A la vez Toner sostuvo que "este tipo de acciones contra los inversores estranjeros en última instancia tiene un efecto adverso sobre la economía argentina y podría en el futuro afectar a todo el clima de inversiones" en el país.
Según Toner, la decisión de Argentina "crea un clima de inversión muy negativo" y señaló que "urgimos a Argentina a normalizar sus relaciones con la comunidad internacional financiera y de inversiones".
Debate en el Senado
El plenario del Senado de Argentina recibió en audiencia a los interventores designados, el Ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, y el viceministro de Economía, Axel Kicillof, quien afirmaron que "no pagaran a REPSOL lo que ellos quieran".
En tal sentido, un aspecto central del debate en el ambiente político argentino es cuál es el valor real de YPF.
El presidente de la petrolera española, Antonio Brufau, calificó la decisión del gobierno argentino de ilícita y dijo en una rueda de prensa realizada en España que Repsol va a reclamar una valoración “de $18.000 millones de dólares”, a la vez que explicó que la empresa tiene un 57,43% de YPF.
Sin embargo, el gobierno argentino aclaró que no pagará dicho monto. El viceministro de Economía, Axel Kicillof, dijo que "Argentina no va a pagarle a Repsol como indemnización lo que ellos quieran” a la vez que aseguró que YPF tiene una deuda de $9 mil millones de dólares. "La valuación de YPF será en base a datos objetivos no a especulaciones bursátiles", dijo Kicillof.
La poco sagrada “Vaca Muerta”
El caso de “Vaca Muerta”
Mientras los reclamos para que Argentina respete los acuerdos internacionales de inversión se multiplican y a la lista se sumaron la secretaria de Estado, Hillary Clinton, el presidente de México, Felipe Calderón, el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, y el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, todavía la discusión sigue sobre los elementos que desencadenaron la decisión de Argentina.
La explicación general del gobierno argentino está relacionada con la llamada desinversión por parte de Repsol. Sin embargo, muchos analistas ponen el acento en la oportunidad de inversión, tras un ejercicio que realizó Repsol actuando como intermediario para el ingreso de empresa china a una operación que disponía en Brasil.
Según los expertos en el tema, el gobierno argentino habría querido evitar que Repsol hiciera lo mismo con el yacimiento que la compañía española descubrió en “Vaca Muerta”, ya que se entiende que el gobierno podía salir a buscar inversores sin tener a la compañía española en el medio. Incluso esta semana medios chinos informaron que la petrolera china Sinopec estaba negociando con Repsol la participación en el emprendimiento.
Vaca Muerta
En tal sentido, el propio presidente, Antonio Brufau fue quien insinuó que el gobierno argentino había modificado su actitud tras conocer el fuerte potencial Vaca Muerta.
Según estima el ejecutivo español, el descubrimiento del gigantesco yacimiento de hidrocarburos no convencionales por parte de Repsol-YPF, es la causa de la medida y no la llamada “desinversión”. El tema era clave para Repsol, ya que YPF representaba casi la mitad de sus ingresos.
"¿El descubrimiento que hizo Repsol YPF en Vaca Muerta no es el desencadenante de todo esto, no es el desencadenante del expolio?," se preguntó Brufau.
Según Repsol, “Vaca Muerta” podría disponer de unos 22.807 millones de barriles equivalentes de petróleo y su explotación duplicaría la producción de hidrocarburos de argentina. De todos modos, Brufau dijo que los chinos “son serios” y no estarían interesados en entrar “por una puerta falsa. Aquí hay un pleito”, afirmó.
Según Repsol, la caída de la cotiazación se debe a la constante presión del gobierno de Argentina, que era parte interesada y operó para que las acciones bajaran generando temor de una expropiación que finalmente concretó.
Sin embargo Kicillof dijo que "estamos en condiciones de decir que los números de los que estaban hablando los propios directivos de manera muy imprudente o ex directivos, acerca del valor de la compañía, van a ser revisados” y agregó que van a revisar “la información secreta que la propia empresa manejaba".
A la vez, el ministro De Vido, confirmó que ya disponen de ofertas de empresas del exterior y que "los españoles deben pagar sus culpas".
Responsabilidad del gobierno
Otro elemento que se ha incorporado al debate en Argentina es la responsabilidad del gobierno de la presidenta Cristina Fernández en la crisis del sector energético. El Senador de la Unión Cívica Radical (UCR), Gerardo Morales, afirmó que "es hora de determinar responsabilidades", según informa Juan Ignacio González Prieto de la Voz de América desde Buenos Aires.
El legislador dijo que “el gobierno de España tiene que revisar lo que hacen sus empresas en el exterior, particularmente Repsol”. Por su parte, el sistema político argentino asumirá “nuestra responsabilidad. Nosotros creemos que el gobierno nacional ha tenido una gran responsabilidad en el vaciamiento de YPF y en la falta de política de hidrocarburos".
A la vez, la senadora del Peronismo Federal, Sonia Escudero, reclamó una explicación de "porque se protegió a los inversionistas como el Grupo Petersem”, un grupo australiano-argentino que dispone del 25,46 % de las acciones.
El dictamen y el debate en el Congreso será la próxima semana, donde el gobierno cuenta con mayoría tanto en diputados como en senadores.
Argentina sin acceso al mercado
Desde que Argentina ingresó en cesación de pagos (default) de su deuda en el 2001, lo que la dejo fuera del mercado internacional de crédito, los costos de abastecimiento de energía han ido deteriorando el superávit comercial, que es una de sus pocas fuentes de divisas para compras en el exterior.
Este es uno de los elementos señalados por los críticos como una de las claves que llevaron a la expropiación de YPF, la búsqueda de conseguir una nueva fuente de fondos frescos, aún a riesgo de afectar su ya debilitada imagen internacional. Como destaca Reuters, Argentina ya tiene cientos de millones de dólares pendientes de pago por fallos contrarios en tribunales arbitrales internacionales.
Las declaraciones del ministro De Vido anunciando que ya hay interesados en YPF han puesto más énfasis en distanciar el discurso sobre la intención de la presidenta Cristina Fernández de retornar YPF a los argentinos, de la realidad de una compañía que todavía tiene inversionistas privados y cuyas operaciones podrían volver a ser negociadas, y un elemento central en todo el debate que es la necesidad de autoabastecimiento.
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