Rascacielos que componen el "skyline" de Manhattan se sumaron a una iniciativa de la organización, Audubon, la cual busca convencer a los grandes edificios de la gran manzana para que reduzcan su luminosidad nocturna y favorezcan la migración de las aves.
Hasta el 1 de noviembre, rascacielos tan emblemáticos como el Chrysler, el Rockefeller Center y las torres del Time Warner Center, se comprometen en apagar las luces de las áreas que no estén en uso y reducir la contaminación lumínica que al parecer confunde a las aves migratorias.
La iniciativa "Lights Out" (Luces fuera), surgió como respuesta a las cifras que muestran que cada año mueren en Nueva York 90.000 aves después de chocar contra los rascacielos.
"Las estructuras luminosas desorientan a muchas aves, ya que las luces intensas anulan sus sistemas de navegación naturales", expresó Audubon.
Audubon unió esfuerzos con las autoridades neoyorquinas y la Asociación de Propietarios Inmobiliarios de la ciudad para aplicar una medida que, además, supone un ahorro considerable en la factura energética de los edificios y favorece también la preservación del medio ambiente.
La entidad propone además que los responsables de los inmuebles promuevan la medida entre cada uno de los inquilinos y que se corran las cortinas o persianas para evitar que la luz salga al exterior.