Este miércoles, el enviado especial de la Voz de América a la zona devastada por el huracán Katrina realizó su segunda visita a Nueva Orleáns.
Leonardo Bonett logró llegar hasta el propio centro de la ciudad y nos envió el siguiente informe:
Desolación, malos olores, basura, desechos, sectores aún inundados, y destrucción fue lo que encontramos en nuestra segunda visita a Nueva Orleans.
Hemos informado en oportunidades anteriores que la comunidad hondureña era la más numérica entre la colonia Latina de esta ciudad, conocida mundialmente por la celebración del “Mardigras” o “Carnaval”.
Al llegar a la avenida Tulane, triste y destruída casi en su totalidad, el nuestro era uno de poquísimos vehículos en circulación, junto a los de emergencia, los militares y los de muy contados residentes.
Cuando nos disponíamos a retirarnos del sector, vimos una camioneta blanca cuyo conductor preguntó amáblemente que si estaba perdido.
Le respondí que no, y noté que en la parte de atrás de su vehículo tenía un colorido dibujo con una leyenda en español que decía “Lluvia de peces”, Yoro, Honduras… Le pregunté ¿habla usted español? Y me respondió jocósamente: “desde que nací”… En ese momento iniciamos el diálogo con don Carlos Ramirez, carpintero de profesión, hondureño de nacimiento.
El es residente de Kenner, una ciudad vecina a Nueva Orleans, y nos manifestaba sus sentimientos respecto a lo ocurrido.
La ruptura de los diques de ese lago, el Pontchartrain fue, para Nueva Orleans, la estocada mortal junto al devastador paso del huracán Katrina.