El principal partido político árabe sunita de Iraq demanda una investigación internacional sobre la denuncia de que prisioneros sunitas fueron abusados y posiblemente torturados en una cárcel secreta en Bagdad, bajo responsabilidad del Ministerio del Interior de Iraq.
El Partido Islámico Iraquí dijo este miércoles que informó al gobierno de casos similares en el pasado y no recibió respuesta alguna.
El martes, el primer ministro Ibrahim al-Jaafari prometió investigar las denuncias. Soldados estadounidenses descubrieron la prisión secreta el domingo, y dijeron que de los 168 detenidos encontrados, todos menos tres, eran árabes sunitas.
Los hombres estaban hambrientos, golpeados y algunos parecían haber sido torturados.
El descubrimiento puede inflamar aún más las tensiones sectarias ya que el Ministerio del Interior está mayormente controlado por funcionarios chiítas que tiene fuertes vínculos con la Brigada Badr.
Esa milicia está estrechamente aliada con uno de los más importantes partidos políticos chiítas, el Consejo Supremo de la Revolucion Islámica en Irak.