Funcionarios de seguridad en Yemen dicen que un extremista de al-Qaeda, que había huido de una prisión yemení a comienzos de este año, se entregó a las autoridades.
Khaled al-Batati es el octavo militante de al-Qaeda que se entrega, de un grupo de 23 que escapó de una cárcel en Sanaa, la capital yemení, en febrero pasado.
Entre quienes aún se encuentran prófugos está el presunto responsable del explosivo ataque, en 2000, contra el destructor Cole de la Armada estadounidense, en el puerto de Aden, en Yemen.
Diecisiete soldados estadounidenses murieron en el ataque.
El gobierno yemení ha ofrecido una recompensa de más de 25 mil dólares por información que conduzca al arresto de cualquiera de los fugitivos.