El volcán Tungurahua, en Ecuador, arrojó cenizas y columnas de gas caliente, el miércoles, pero las autoridades dicen que no hay necesidad de evacuar a los residentes del área.
Funcionarios de Defensa Civil dieron a conocer su evaluación un día después que el presidente ecuatoriano, Alfredo Palacio, declarara estado de emergencia para varias comunidades que rodean la montaña de cinco mil metros de altura.
Muchos aldeanos que viven en las cercanías del volcán, sin embargo, han comenzado a dejar sus casas, voluntariamente, debido a la ruidosas explosiones.
El Tungurahua se encuentra 129 kilómetros al sur de Quito y es uno de los volcanes más activos de Ecuador.
El cráter envió enormes columnas de cenizas al aire, en octubre de 1999, por lo cual se produjo la evacuación de 17 mil residenes del pueblo de Baños, al norte.