El representante diplomático estadounidense en Iraq dijo a los legisladores de su país que los líderes étnicos y religiosos iraquíes están manteniendo importantes discusiones acerca de su identidad nacional.
En testimonio ante la comisión de relaciones exteriores del Senado, el embajador Zalmay Khalilzad dijo que, a pesar del progreso, la violencia sectaria es una amenaza más grande para la seguridad del país, que la insurgencia o el terrorismo extranjero.
Khalilzad señaló que la decisión de la minoría musulmana sunita iraquí, de participar en el proceso político no tiene precedentes.
También afirmó que la moderación chiíta frente a la provocación terrorista y el compromiso kurdo en cuanto a seguir formando parte de Iraq, han impulsado el cambio.
Algunos senadores dijeron que el sectarismo y la creciente violencia en Iraq podría resultar en una guerra civil.
Khalilzad reconoció que los terroristas están explotando las divisiones sectarias, pero afirmó que también están surgiendo divisiones entre la insurgencia dirigida por chiítas y al-Qaeda.
El Embajador indicó que algunos grupos insurgentes han ofrecido proporcionar información de inteligencia e incluso realizar operaciones contra los terroristas.