Fuerzas militares israelíes suspendieron durante 48 horas su campaña aérea contra guerrilleros de Hezbollah en el Líbano, pero el gobierno dijo que expandirá su ofensiva contra el grupo militante chiíta respaldado por Irán.
El ministro de Defensa israelí, Amir Peretz, dijo que Israel no puede estar de acuerdo con las exigencias internacionales de un inmediato cese el fuego, porque eso permitiría que los extremistas retornen a sus baluartes, cerca de la frontera israelí, y reanuden sus ataques. Peretz anunció los planes del gobierno, este lunes, en el Parlamento, donde fue abucheado reiteradamente por legisladores árabe-israelíes.
Funcionarios israelíes dicen que aviones de guerra llevaron a cabo el último bombardeo en el este del Líbano, la madrugada de este lunes, poco antes de que terminaran los ataques aéreos a las 2 de la mañana, hora local.
Enfrentando la condena mundial por un ataque aéreo en el que murieron casi 60 civiles libaneses, Israel ordenó a sus pilotos que detengan su labor mientras se realiza una investigación de lo ocurrido el domingo, en la población de Qana.