Un tribunal brasileño condenó a un policía en conexión con el asesinato de 29 personas en las afueras de Río de Janeiro, el año pasado.
Un juez sentenció a Carlos Jorge Carvalho a 543 años en prisión, el martes, poco después de que se anunciara su condena.
Carvalho servirá 30 años en prisión, el máximo permitido bajo las leyes brasileñas.
Él y otros cuatro policías fueron acusados de la masacre ocurrida el 31 de marzo de 2005 en dos barrios de la empobrecida región de Baizada Fulminense.
Testigos señalaron que, durante el ataque, los hombres armados dispararon indiscriminadamente contra hombres, mujeres y niños.
Los fiscales señalaron que los oficiales cometieron el crimen en respuesta a medidas tomadas contra la corrupción policial.