El presidente de Egipto, Hosni Mubarak propuso nuevas reformas democráticas para su país.
En una carta al parlamento, Mubarak propone cambios constitucionales que harían más fácil a los partidos de oposición escoger candidatos para presidente. Las reformas también darían más poder al parlamento.
El presidente Mubarak también propuso un cambio constitucional para prohibir que los grupos religiosos formen partidos políticos.
Otra de las propuestas es una nueva ley antiterrorismo para reemplazar las leyes de emergencia aprobadas en 1981 tras el asesinato del presidente Anwar Sadat.
Activistas de derechos humanos expresaron escepticismo sobre las intenciones del presidente Mubarak.