El clérigo radical chiíta iraquí Moqtada al-Sadr exhortó a las fuerzas iraquíes a no trabajar con las tropas estadounidenses en un nuevo plan de seguridad para Bagdad.
Horas después de un ataque explosivo suicida en un importante distrito chiíta de la capital, al-Sadr dijo que en una declaración leída por un asistente que el plan de seguridad no puede funcionar debido a que está controlado por fuerzas estadounidenses, a las cuales describió como “ocupantes enemigos”.
Al-Sadr ha apoyado el plan en el pasado.
Él es partidario político clave del primer ministro iraquí, Nouri al-Maliki, y dirige el Ejército Mahdi, una de las más poderosas milicias en Bagdad.
Funcionarios estadounidenses e iraquíes dicen que al-Sadr está en Irán pero asesores del clérigo insisten en que se encuentra en Iraq.
El ataque suicida de ayer (domingo), frente a una universidad causó la muerte a por lo menos 40 personas e hirió a más de 30.