La lucha armada se reanudó en un campamento de refugiados palestinos, en el norte del Líbano, lo cual puso fin a la tregua entre militantes islámicos y tropas libanesas.
Los últimos tres días de lucha dejaron un saldo de más de 75 personas muertas.
Previamente, este martes, el grupo extremista Fatah al-Islam anunció un cese el fuego unilateral, el cual se mantuvo por alrededor de una hora.
Durante el cese en la lucha, un convoy de asistencia de Naciones Unidas entró al campamento de refugiados, donde los residentes dicen que los cadávers cubrían las calles.
Un funcionario de la ONU informó que el convoy fue atacado.
Se cree que Fatah al-Islam tiene vínculos con al-Qaeda y tiene su base en el campamento de refugiados palestino Nahr al-Bared, cerca de Trípoli.
Un extremista de Fatah al-Islam se inmoló durante una redada de las fuerzas de seguridad libanesas, hoy, martes, en esa norteña ciudad.
Nadie más resultó herido en el incidente.