El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, impuso nuevas sanciones económicas contra Sudán, para presionar a Jartún a detener la violencia en la región occidental de Darfur.
En un breve discurso pronunciado hoy, martes, en la Casa Blanca, el mandatario anunció que otras 31 empresas sudanesas tienen prohibido hacer negocios en Estados Unidos y el acceso al sistema financiero norteamericano.
Bush también llamó a una nueva resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que expanda el embargo de armas contra Sudán.
El presidente estadounidense volvió a expresar su posición respecto a que la situación en Darfur es un genocidio y que el mundo debe ponerle fin.
El jefe de Estado norteamericano acusó a su homólogo sudanés, Omar al-Bashir, de obstaculizar las gestiones para llevar la paz a Darfur y renegar de sus promesas de permitir que una fuerza de paz de la ONU entre en la región.