El gobierno del presidente francés, Nicolas Sarkozy, presentó su primer presupuesto desde que asumió, mientras los gastos están bajo escrutinio tras advertencias oficiales de que Francia está cerca de la bancarrota.
El primer ministro Francois Fillon presentó a los legisladores un anteproyecto que muestra un déficit de casi 59 mil millones de dólares para 2008, casi lo mismo que el déficit del año pasado.
Las proyecciones de crecimiento económico tampoco cambiaron y los expertos predicen una expansión de entre un 2 por ciento y un 2,5 por ciento.
Sarkozy ha dicho que él espera generar crecimiento económico con una serie de recortes tributarios para dueños de casas e incentivos financieros para empleadores que permitan horas extras.
Autoridades financieras de la Unión Europea han expresado preocupación ante las propuestas de reducción de impuestos, indicando que podrían hacer más difícil para el gobierno cumplir con su promesa de equilibrar el presupuesto para 2010.