En Madrid, se inició el proceso judicial a 30 presuntos atacantes islamistas, vinculados a un complot para destruir con explosivos la corte superior española.
Los sospechosos, en su mayoría de Marruecos y de Argelia, fueron arrestados en 2004, meses después de que un ataque explosivo inspirado en al-Qaeda causara la muerte de 191 personas en el sistema ferroviario de Madrid.
Los fiscales señalaron que los cabecillas planeaban estrellar un camión, cargado con media tonelada de explosivos, contra la Corte Nacional, ubicada en el centro de Madrid.
Los 30 sospechosos fueron acusados de pertenecer a una organización terrorista.
También enfrentan acusaciones de conspiración y falsificación.
Las autoridades señalaron que la policía descubrió el complot con la ayuda de un informante al que no se identificó.