Cientos de manifestantes, en la capital de Bolivia, La Paz, se concentraron frente a la embajada norteamericana, el miércoles, para exigir que su expresidente Gonzalo Sánchez de Lozada sea extraditado de Estados Unidos.
Informes noticiosos indican que los manifestantes también exigieron más rápido progreso en los procedimientos legales que lleva a cabo el gobierno boliviano contra el exmandatario, en relación con una presunta represión policial de un levantamiento popular, en septiembre de 2003.
Seis personas murieron en una confrontación inicial con fuerzas de seguridad boliviana, en las poblaciones de Sorata y Warisata, y los disturbios resultantes llevaron a un total de 67 muertos y 400 heridos.
Sánchez de Lozada renunció a la presidencia de Bolivia, el 17 de octubre de 2003, y se le otorgó asilo en los Estados Unidos, donde aún reside.