Funcionarios en el sur de México temen que pronto pueda tener lugar una epidemia de enfermedades infecciosas como el cólera y dengue, si no se logran contener las masivas inundaciones.
La región ha resultado devastada durante más de una semana por lluvias torrenciales, especialmente en el estado de Tabasco.
Más de un millón de personas ha tenido que abandonar sus hogares, porque las inundaciones han dejado el 80 por ciento de la zona bajo de agua.
Los niveles de agua están bajando en Villahermosa, la capital estatal, pero, según las autoridades, muchas áreas aún se encuentran sumergidas.
Trabajadores de rescate en el vecino estado de Chiapas encontraron dos cadáveres, el martes, entre las ruinas de una aldea que fue sepultada por un deslave provocado por las lluvias.