El primer ministro iraquí, Nouri al-Maliki, extendió el plazo para que milicianos chiítas que combaten contra fuerzas del gobierno, en la sureña ciudad de Basora, entreguen sus armas.
En un comunicado, Al-Maliki dice que los militantes serán recompensados financieramente si entregan sus armas entre este sábado y el 8 de abril.
Previamente, el líder iraquí había fijado este viernes como plazo para que los milicianos chiítas depusieran las armas y advirtió de consecuencias si no cumplían.
Por lo menos 100 personas han sido muertas en combates entre fuerzas iraquíes y milicianos chiítas, desde el martes, en Basora y otras áreas.
Las autoridades iraquíes impusieron un toque de queda durante tres días, en Bagdad, en un intento por contener los violentos enfrentamientos.
La medida durará hasta las 5 de la mañana del domingo.