En Japón, socorristas retiraron un cuarto cadáver de los restos de una antigua posada que colapsó durante el poderoso terremoto del sábado, llevando a diez el saldo de víctimas fatales, hasta el momento, con más de 220 heridos.
Las autoridades japonesas dieron a conocer, este lunes, que doce personas siguen desaparecidas, incluyendo tres de dicha posada que tenía casi 400 años.
Grupos de rescate buscaron por montañas boscosas, el domingo, y comenzaron a cavar a través de escombro y lodo.
El terremoto tuvo una magnitud de 7,2. Varios deslaves bloquearon las carreteras y destruyeron puentes, dificultando las labores de rescate.
El sismo y cientos de movimientos secundarios interrumpieron el servicio de electricidad a miles de hogares y empresas. Fueron suspendidos varios servicios de trenes.
El epicentro del terremoto se ubicó unos 400 kilómetros al norte de Tokio.