Las autoridades en Australia informaron que un clima más frío está ayudando a los bomberos a combatir los 23 incendios que aún permanecen activos y fuera de control en el Sureste del país.
La cifra de víctimas mortales por los incendios alcanzó el martes a 181.
Pero las autoridades dicen que la cifra aumentará, probablemente hasta 300, cuando puedan ingresar por primera vez a las áreas quemadas.
Algunos bomberos informaron sobre escenas horrorosas, con cuerpos calcinados sentados dentro de automóviles quemados y caídos entre las cenizas de las casas.
El primer ministro Kevin Rudd dijo el martes al Parlamento que los poblados que fueron arrasados por los incendios sean reconstruidos “ladrillo por ladrillo”.
La policía cree que pirómanos son responsables por algunos de los incendios.
Por esta razón, las autoridades han cerrado varios poblados que fueron totalmente incinerados, considerándolos como escenas de crimen.
El primer ministro Rudd definió a los incendios como asesinatos “a gran escala”.
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