Un nuevo estudio revela que el Ártico canadiense experimenta las temperaturas más altas de los últimos 44.000 años y quizás más.
Las temperaturas medias del verano que acaba de concluir en el este del Ártico canadiense fueron las más altas de, al menos, los últimos 44.000 años, y quizás las más altas que en cualquier otro momento de los últimos 120.000 años, según revela un nuevo estudio.
grande del mundo
Situada al este de Groenlandia, la isla de Baffin es la quinta más grande del mundo y la mayor parte del territorio se encuentra por encima del Círculo Polar Ártico. Muchas de las capas de hielo en la parte alta de la isla de Baffin descansan sobre terreno relativamente plano, generalmente congeladas hasta la base y si el hielo “no fluye, el paisaje sobre el cual se formó se mantiene intacto", sostiene Miller.
El nuevo estudio muestra también que "aunque el Ártico se ha estado calentando desde el año 1900, el calentamiento más importante en la región de la isla de Baffin en realidad no comenzó hasta la década de 1970", subraya Miller. "Y es realmente en los últimos 20 años que los indicios sobre el calentamiento de la región ha sido simplemente impresionante”. Todo el hielo de la isla de Baffin “se está derritiendo y esperamos que todas las capas de hielo desaparezcan con el tiempo, incluso si no ocurre un calentamiento adicional".
Los investigadores de la Universidad de Colorado, Boulder, dicen que el calor supera incluso al de la época del Holoceno Temprano, cuando la cantidad de energía solar que recibía el hemisferio norte en el verano era un 9% mayor que la actual.
"La pieza clave aquí, es hasta qué punto el calentamiento del Ártico canadiense no tiene precedentes similares", dijo el profesor Gifford Miller, del Instituto de Investigación Ártica y Alpina, quien dirigió el estudio de la Universidad de Colorado.
Lo que este estudio “realmente revela es que el calentamiento que estamos observado no está relacionado con ningún tipo de variabilidad natural conocida y tiene que ser debido al aumento en la atmósfera de los gases que causan el efecto invernadero", asegura el investigador.
Miller y sus colegas basaron sus conclusiones en el hallazgo de musgo muertos que emergió tras el derretimiento de los casquetes de hielo en la isla de Baffin, los que fueron usados como pequeños calendarios. En las cuatro capas de hielo diferentes encontradas, las fechas de radiocarbono indican que los musgos no habían estado expuestos a los elementos desde hace por lo menos 44.000 a 51.000 años.
Pero debido a que las fechas obtenidas por radiocarbono son sólo exactas en 50.000 años y debido a que registro geológico de la Tierra muestra que antes de esa fecha el planeta se encontraba en medio de una glaciación, las altas temperaturas en el Ártico canadiense, no se habría repetido o incluso superado en unos 120.000 años, explicó Miller.
Un artículo sobre el tema fue publicado en internet el 23 de octubre en la revista Geophysical Research Letters, de la Unión Geofísica Americana.
La quinta isla más grande del mundo
La quinta isla másgrande del mundo
Situada al este de Groenlandia, la isla de Baffin es la quinta más grande del mundo y la mayor parte del territorio se encuentra por encima del Círculo Polar Ártico. Muchas de las capas de hielo en la parte alta de la isla de Baffin descansan sobre terreno relativamente plano, generalmente congeladas hasta la base y si el hielo “no fluye, el paisaje sobre el cual se formó se mantiene intacto", sostiene Miller.
El nuevo estudio muestra también que "aunque el Ártico se ha estado calentando desde el año 1900, el calentamiento más importante en la región de la isla de Baffin en realidad no comenzó hasta la década de 1970", subraya Miller. "Y es realmente en los últimos 20 años que los indicios sobre el calentamiento de la región ha sido simplemente impresionante”. Todo el hielo de la isla de Baffin “se está derritiendo y esperamos que todas las capas de hielo desaparezcan con el tiempo, incluso si no ocurre un calentamiento adicional".
"La pieza clave aquí, es hasta qué punto el calentamiento del Ártico canadiense no tiene precedentes similares", dijo el profesor Gifford Miller, del Instituto de Investigación Ártica y Alpina, quien dirigió el estudio de la Universidad de Colorado.
Lo que este estudio “realmente revela es que el calentamiento que estamos observado no está relacionado con ningún tipo de variabilidad natural conocida y tiene que ser debido al aumento en la atmósfera de los gases que causan el efecto invernadero", asegura el investigador.
Miller y sus colegas basaron sus conclusiones en el hallazgo de musgo muertos que emergió tras el derretimiento de los casquetes de hielo en la isla de Baffin, los que fueron usados como pequeños calendarios. En las cuatro capas de hielo diferentes encontradas, las fechas de radiocarbono indican que los musgos no habían estado expuestos a los elementos desde hace por lo menos 44.000 a 51.000 años.
Pero debido a que las fechas obtenidas por radiocarbono son sólo exactas en 50.000 años y debido a que registro geológico de la Tierra muestra que antes de esa fecha el planeta se encontraba en medio de una glaciación, las altas temperaturas en el Ártico canadiense, no se habría repetido o incluso superado en unos 120.000 años, explicó Miller.
Un artículo sobre el tema fue publicado en internet el 23 de octubre en la revista Geophysical Research Letters, de la Unión Geofísica Americana.